Con el lema “El futuro se construye hoy”, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lanzó una campaña dirigida a la población de entre 18 y 34 años, en la que da a conocer los beneficios de cotizar para los seguros sociales tanto de Salud y Enfermedad (SEM), así como los de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
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Su objetivo es informar a la población joven, que está comenzando a trabajar o está por insertarse en el mercado laboral, sobre la importancia de ir construyendo en el tiempo la pensión y conocer los beneficios de asegurarse. Se emplearán medios digitales, cine y radio para informar a ese público.
Además del sistema de pensiones del IVM, existe el Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROPC), que se maneja en cuentas individuales por cada afiliado y que es administrado por Operadoras de Pensiones.
“¿Por qué es importante que los jóvenes estén afiliados al Seguro de IVM? Para que tanto el afiliado como su familia cuenten con la cobertura del Seguro Social ante la privación del ingreso, lo cual podría ocurrir a cualquier edad”, explicó Ubaldo Carrillo Cubillo, director de pensiones de la Gerencia de Pensiones de la CCSS.
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De acuerdo con los datos del Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere), en octubre se contaba con 672.066 cotizantes en este rango de edad, que representan el 38% del total de cotizantes registrados en ese momento.
De este grupo, 588.740 (87,6% del total) son reportados por un patrono con un salario promedio de ¢597.040, se registran 38.840 (5,78%) en la modalidad de asegurados voluntarios con un ingreso de referencia de ¢307.609, y los restantes, 44.486 (6,62%) están asegurados bajo la modalidad de trabajadores independientes con un ingreso de referencia promedio de ¢357.213.
“La seguridad social se nutre de las cotizaciones que patronos, trabajadores y Estado aportan mensualmente. Sin esas cotizaciones o aportes, no podríamos pagar pensiones, ni construir las reservas de contingencia que se necesitan para garantizar la sostenibilidad y solvencia a corto, mediano y largo plazo”, destacó Ubaldo Carrillo.
Según informó la CCSS, en el año 2000, el IVM otorgó 8.000 pensiones nuevas, mientras que, para el 2021, esa cifra fue de 28.000. Actualmente se cuenta con 335.000 beneficiados y para el 2050 se tiene una proyección de un millón de pensionados.
En crisis
Un estudio actuarial del IVM de julio del 2019, elaborado por la Dirección Actuarial de la Caja, con datos al 31 de diciembre del 2018, advirtió que el régimen comenzaría a enfrentar los problemas de insolvencia en 2021.
Según el informe Valuación Actuarial del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte, para el 2030, la reserva comenzará a reducirse y, en el 2037, se agotará.
¿Cómo se va garantizar el pago de un millón de pensionados en el 2050 con este panorama?
El director de pensiones dijo que se está apuntando a tres elementos.
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El primero, dijo, es “contar con una seguridad social más inclusiva, eliminando aquellas barreras que fomenten la informalidad”.
Explicó que, a partir de enero del 2023, se implementarán las jornadas parciales donde los patronos reportarán a los trabajadores en el rango de edad de 35 años o menos con el salario real, cancelará las cargas sociales con base a ese salario y, para efectos de la pensión, a ese trabajador se le acreditará la proporción de cuota que corresponda.
“Con la expectativa que en un futuro logre sumar más horas labores y que el ingreso se incremente hasta llegar a uno que le permita sumar una cuota completa”, señaló Carrillo.
El segundo elemento que mencionó es lograr que la productividad futura sea mayor a la productividad actual. Dijo que hay un reto educativo en el cual los jóvenes logren finalizar su educación de primaria, secundaria, y que su formación profesional les permitan contar herramientas técnicas que le faciliten ubicarse en empleos de mayor ingreso, lo cual fortalece las contribuciones a la Seguridad Social.
“De aquí a diez años, el salario promedio debería ser mucho mayor, no por inflación, sino un crecimiento real, mayor que el salario promedio actual, y eso se logra con mayor productividad” resaltó Carrillo.
El tercer elemento es “acercarse y cotizar a la seguridad social” y salir de la informalidad.
A partir de enero del 2023, el aporte tripartido de patronos, trabajadores y Estado, al IVM aumentará en un 0,50 puntos porcentuales, la prima de cotización pasará de 10,66% a un 11,16%.