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Otra de las congojas de las comunidades en Cutris y Pocosol de San Carlos es el mal estado de los caminos. La CNE asegura que se rehabilitarán para llevar agua en cisternas. Foto: CNE
Llevar agua en camiones cisternas a poblados de San Carlos afectados por la contaminación con mercurio, implicará primero arreglar los caminos.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) informó este martes del inicio de la intervención de las vías que conducen a seis caseríos de Pocosol y Cutris, cuyos habitantes sufren por la contaminación de ríos a causa de la explotación ilegal de oro en Crucitas.
Serán nueve los caminos intervenidos a partir de este 11 de abril. Esas vías se encuentran localizadas en Crucitas, El Jocote, El Roble, Chamorro, Llano Verde y Chorreras. La inversión será de casi ¢700 millones.
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Los trabajos consisten en mejorar la superficie de ruedo, construir cunetas laterales y canales de salida de las aguas, y colocar, extender, conformar y compactar material y tuberías de concreto. También se colocarán cabezales de entrada y salida de los pasos de alcantarillas y se contratará maquinaria, como palas excavadoras.
Las obras se realizan para adecuar los caminos rurales para el correcto tránsito de los camiones cisterna y vehículos de doble tracción que llevan agua potable de calidad a los pobladores de esas comunidades, informó la CNE.
“El inicio de las obras es fundamental ya que las familias deben tener acceso al agua potable y nuestra misión es facilitar el proceso de ingreso de agua con la mayor celeridad posible”, dijo Alejandro Picado, jerarca de la CNE.
El 2 de marzo, el Gobierno declaró emergencia por la contaminación del agua de consumo humano con mercurio en Crucitas de San Carlos.
La determinación llegó luego de que, el pasado 22 de febrero, los regidores de San Carlos pidieron esa declaratoria debido a las altas mediciones de contaminación del agua, con resultados de laboratorio de hasta 65 veces la cantidad máxima admisible del metal pesado.
La contaminación de las fuentes de agua en esas comunidades es resultado de la invasión de oreros que utilizan mercurio para extraer ese metal de forma artesanal.
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Como resultado del proceso de extracción sin controles, el mercurio se filtra y contamina las aguas subterráneas que nutren las fuentes de abastecimiento de los habitantes en estas comunidades.
Por el momento, llevar agua en cisterna ha sido la única solución propuesta por las autoridades.
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