
Una res falleció producto de rabia paralítica bovina en el caserío Tagual de Cortés de Osa, en Puntarenas.
El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) señaló que se tomaron medidas para poner en cuarentena y vacunar a todo el ganado de la finca, compuesto por 26 bovinos. También se coordinó con el Ministerio de Salud para vacunar a todas las personas que tuvieron contacto con el animal.
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En lo que va del año se han presentado dos brotes de esta enfermedad en el ganado. El primero se dio en la provincia de Heredia y el segundo en la zona sur.
“Recordarles a los ganaderos la importancia de mantener la vacunación anual contra la rabia, especialmente en zonas endémicas como el sur del país. La notificación temprana de cualquier animal con síntomas nerviosos es fundamental para evitar la propagación de la enfermedad”, indicó Luis Mariano Arroyo Sánchez, coordinador del Programa de Enfermedades Transfronterizas del Senasa.
¿Qué es la rabia y cómo afecta?
La rabia es una enfermedad causada por un virus del género Lyssavirus.
Este microorganismo se hospeda en animales de sangre caliente como los mamíferos (no puede “sobrevivir” fuera del huésped) y se transmite a través de una mordedura o arañazo. Si la saliva del animal entra en contacto con la herida abierta causada por dicha mordedura o arañazo, el virus “viaja” en la saliva y se interna en los tejidos del cuerpo.
El período de incubación (momento en el que aparecen los síntomas luego de la infección) es variable. La literatura médica registra casos en los que se han dado síntomas días después de la infección, aunque también se dan casos de años entre el evento y la primera manifestación del mal. En términos generales, este periodo usualmente toma de uno a tres meses.
El virus se replica en el tejido infectado y empieza a “colonizar” las células nerviosas. De allí migra al sistema nervioso central y hacia el cerebro.
Los ganaderos deben estar atentos a descoordinación, dificultad para caminar, salivación, parálisis de las patas que impide levantarse, torsión de cuello. La letalidad es alta, si no hay vacunación, las probabilidades de morir pueden superar el 80%.
¿Afecta a los humanos?
Sí. Como a cualquier otro mamífero. Pero la transmisión no se da de manera tan fácil; para ello, la persona debe estar en contacto con el animal con rabia y ser mordido o que su sangre, en una herida expuesta, tenga contacto con la saliva del animal.
La vacuna antirrábica, tanto para animales como para humanos, es efectiva; pero para que funcione debe aplicarse antes de la exposición a la mordedura del animal, o previo a que comiencen los síntomas. Por esta razón es recomendable para personas que tienen contactos con animales, como ganaderos, zootecnólogos, biólogos, entre otros. Por esta razón, también se vacuna a las personas que tuvieron contacto con el animal.
Si la persona no está vacunada y es infectada, al inicio presentará síntomas fácilmente confundibles con los de una gripe: dolor de cabeza y cuerpo, malestar general y fiebre. No obstante, hay una señal que puede despertar las sospechas: una sensación de hormigueo justo en el sitio donde se dio la infección.
El último caso de rabia en humanos en Costa Rica se dio en 2018 en un biólogo que fue mordido por un murciélago con la enfermedad. El evento ocurrió en agosto y los primeros síntomas fueron en octubre. Falleció en noviembre.