El Ministerio de Salud cerró una pizzería en San Ramón, en Alajuela, luego de detectar un brote de hepatitis A con 18 personas enfermas en esa comunidad.
La detección se hizo el 13 de enero. De los 18 enfermos, cuatro eran empleados del local de comidas, cuyo nombre no trascendió.
Azalea Espinoza, de la Dirección de Vigilancia de Salud, en el Ministerio de Salud, informó de que se intervino el establecimiento.
Como resultado, se emitió una orden sanitaria para clausurar el negocio, además de limpiarlo y desinfectarlo.
También, el Ministerio de Salud procedió a girar información para que los vecinos de este cantón previnieran el contagio de ese virus.
“Al día de hoy, 21 de enero, no se han notificado nuevos casos. Por lo tanto, el brote ya está controlado”, manifestó la funcionaria.
La hepatitis A es un virus de fácil transmisión. Generalmente, tiene como fuente la contaminación de las aguas o de alimentos con materia fecal de una persona enferma.
La mayoría de la gente no tiene síntomas, pero cuando los hay suelen presentar malestar general e ictericia (ojos y piel de color amarillo).
Las medidas más efectivas para controlar brotes por esta causa están vinculadas con el correcto lavado de manos, y con la limpieza de los sitios sospechosos de ser la fuente de la infección.
El año pasado, al menos, dos grandes brotes por hepatitis A se registraron en el país, aunque esta enfermedad está presente con casos durante todo el año.
En enero, se dio uno en Puntarenas, y en junio otro en Alajuela.
En el de Puntarenas, más de 30 vecinos de Barranca, Chacarita y El Roble resultaron afectados con este virus, cuyo foco de infección no fue identificado.
Y en Alajuela, a mediados de año se detectó un incremento en el número de enfermos, que pasó de un promedio de un caso al mes, a ocho por semana.
En este caso, se descartó que el agua fuera la fuente de la contaminación pues, cuando eso sucede, los brotes son explosivos y enferman a muchas personas a la vez.