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El enfermero Jorge Marín Solís (al frente, de negro) junto a los primeros siete pacientes que asistieron a la sesión de 45 minutos con diversos ritmos: bachata, reguetón, salsa, rock and roll y merengue. (CCSS para LN )
Siete adultos mayores llegaron puntuales a la cita para el baile. Es cierto que no era en un salón de fiestas, pero la motivación y el entusiasmo que traían eran, incluso, más grandes que si acudieran vestidos de traje a una tarde de sábado bailable.
Su ropa era una modesta pijama de hospital y casi todos se movilizaban en silla de ruedas con ayuda de asistentes de pacientes. Para ellos, el gimnasio de la Unidad Geriátrica de Recuperación Funcional, del Hospital Nacional de Geriatría, es su nueva pista de baile, y la cita es todos los jueves, al mediodía.
Esta terapia de baile para los adultos mayores internados en ese hospital se inició por casualidad, hace apenas dos semanas y ha sido todo un éxito.
Comenzó como una actividad muy discreta para entretener a los pacientes y bajar la carga de ansiedad que produce un internamiento hospitalario. Sin embargo, el entusiasmo de los adultos mayores fue tal que esos 45 minutos entre bachatas, rock and roll y hasta reggaetón ya están formalmente programados como un nuevo recurso terapéutico en ese hospital.
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El enfermero Jorge Marín Solís es el encargado de poner a bailar a los pacientitos internados. Los guía y acompaña junto a los asistentes que se encargan de bajar de los pisos a los adultos mayores, quienes se seleccionan entre los que tienen más capacidad para movilizarse, incluso en sillas de ruedas.
Xinia Ramírez Ulate, coordinadora de la Unidad Geriátrica de Recuperación Funcional; y Ericka Masís Tenorio, terapeuta física, explicaron que el baile es una forma placentera de hacer terapia sin necesidad de que los adultos mayores sientan que están en una sesión formal.
El baile, dijeron, tiene la ventaja de que les permite socializar y olvidarse, al menos por un rato, del problema de salud que los aqueja y obliga a estar internados.
“El entusiasmo fue desbordante”, reconoció Ramírez al admitir que ella tenía una expectativa muy discreta sobre los resultados de la primera sesión de prueba. No obstante, constató la alegría desbordante de los pacientes, la socialización y las destrezas que fortalecieron, como el equilibrio, la coordinación y el movimiento muscular.
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Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), esta es la primera vez que el Hospital Nacional de Geriatría pone en práctica un programa de baile para pacientes internados, aunque este tipo de actividad sí está a disposición de quienes asisten a la consulta externa (citas con el especialista).
Las sesiones se desarrollarán los jueves al mediodía para aprovechar el almuerzo de los pacientes. Por ahora, se hará con pocas personas para respetar el aforo requerido en este periodo de pandemia.
Esta nueva terapia de baile se pone en práctica en el marco de la campaña SIGA, que el hospital impulsa junto a otras instituciones públicas, asociaciones y empresas privadas para promover un envejecimiento saludable entre la población adulta mayor.
La campaña SIGA se inició el 28 de julio pasado y se prolongará hasta diciembre, y exhorta a los mayores de 65 años a seguir activos en la lectura, grupos comunales, ejercicio físico y actividades recreativas.