En sus 30 años como médica, 26 como especialista en Neumología, Gabriela Sánchez Romero nunca había enfrentado un momento tan desafiante como el que le ha tocado vivir con la pandemia de covid-19.
“Nada de lo que nosotros estudiamos nos preparó para esto. Es un antes y un ahora. Se nos ha duplicado el trabajo. Por un lado, las necesidades han ido aumentando, y el temor de todos los días es si nos va a alcanzar el oxígeno, el equipo, y que no hay suficiente personal para atender a tantos pacientes.
“Por otro lado, esto también nos ha enriquecido en cuanto a conciencia en el trato a los enfermos, y sobre la importancia de la rehabilitación, que se ha convertido en un eje central. Hay una gran diferencia entre quienes van a rehabilitación y los que se quedan en casa y no quieren volver a moverse”, dijo la neumóloga del Hospital San Rafael de Alajuela.
Ese centro de salud fue uno de los epicentros de la pandemia al registrar, en marzo del 2020, los primeros infectados y muertes. También, el hospital de Alajuela estuvo entre los pioneros en abrir un programa de rehabilitación para los pacientes poscovid, cuya demanda ha venido en crecimiento desde entonces.
LEA MÁS: Sobrevivientes de covid-19 hacen fila para atención de secuelas físicas y emocionales
Los enfermos poscovid que pasan a rehabilitación son, por lo general, quienes estuvieron internados, a quienes más afectó la enfermedad y quedan con más secuelas, muy complejas.
“Las personas con padecimientos renales o con tratamientos que les bajan las defensas, son quienes sufren más la enfermedad. Pero igual hemos visto a adultos mayores de 90 años pasar esto como si fuera una gripe, o jóvenes de 27 años en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con ventilación mecánica.
LEA MÁS: ‘Covid es casi un monstruo’, afirma fisiatra de hospital de Alajuela
“Por eso, nadie se la puede jugar. La enfermedad existe y hay que vacunarse. Porque nadie está seguro de que le va a dar en forma leve. Las estadísticas están: la mayoría de nuestros pacientes internados son no vacunados, son los que más sufren y se complican con la covid en forma severa. Es lo que le digo: uno no se la puede jugar, ni saber en qué zapatos me va a tocar pasar la enfermedad, ¿verdad? Yo a ninguno de mis pacientes le puedo asegurar que se va a recuperar al 100%”, afirmó.
Desde su especialidad como médica neumóloga, le ha tocado referir a rehabilitación cardiopulmonar a personas que han desarrollado fibrosis pulmonar, que es cuando los pulmones se llenan de cicatrices, se endurecen y encogen. A la persona con fibrosis le cuesta mucho respirar y hacer las actividades cotidianas más simples.
LEA MÁS: ‘Tsunami’ emocional poscovid es contenido con apoyo psicológico de UNA
Los pacientes internados en UCI son los que más presentan secuelas que requieren rehabilitación cardiopulmonar posterior. Eso no quiere decir que quienes superan la enfermedad desde la casa, se libren del todo de padecer complicaciones después. (CCSS)
“Eso lo vemos con frecuencia en los severos, que han estado en UCI o han tenido necesidad de ventilación mecánica. Muchos de estos pacientes, tardan en rehabilitarse de semanas a meses. Algunos no lo logran. Es todo un espectro. Tenemos algunos en el programa de trasplante de pulmón. Es un abanico de posibilidades que le puede ocurrir a cualquiera. Por eso, nadie se la puede jugar”, insistió.
Otra de las grandes complicaciones que le ha tocado ver en todo este proceso, es el tromboembolismo pulmonar (formación de coágulos), que se puede presentar en el internamiento o días o semanas después de salir del cuadro agudo.
“Tuvimos una paciente muy querida porque además era compañera. Era joven con dos hijos. Tuvo covid severo, se fue para la casa pero le dio un tromboembolismo pulmonar y murió, dejando a dos niños pequeños. Y era una mujer joven que creíamos que había salido de la covid”, lamentó.
La médica es clara al explicar que esta enfermedad afecta a todos los órganos del cuerpo: a nivel neurológico, en el desgaste, en el aprendizaje y el enlentecimiento. Neurológicamente, dijo, está claro que estos pacientes se demoran meses en volver a su capacidad cognitiva anterior.
“A nivel cardíaco, da trombosis o coágulos en pequeñas y grandes arterias. Hemos visto infartos e hipertensión posteriores a covid; diferentes tipos de arritmias (latidos anormales del corazón) y problemas de malabsorción... solo por poner ejemplos de los diferentes órganos que afecta la enfermedad”, explica.
Más demanda
Gabriela Sánchez reconoció que a todos los pacientes deben dar algún tipo de contención emocional.
“No hay una sola consulta en que no nos toque dar apoyo emocional. Tienen miedo de morir, de volver al trabajo, miedo de salir a la calle, gente que hacía deporte y tiene coágulos en los pulmones y tiene miedo de volver a hacer su vida.
“Llegan con mucha necesidad de hablar y relatar los periodos de sensación de muerte inminente que tuvieron. Gente que llamó a la ambulancia mientras se ahogaba, en situaciones de gran estrés y de temor a la muerte”, contó.
Por suerte, ahora tienen en la clínica poscovid un psiquiatra para atender esos casos.
“Pero no alcanzamos. No somos suficientes. Incluso la señora que entra al cubículo a hacer la limpieza, da apoyo emocional al paciente”, agregó..
“Esto es lo más difícil que me ha tocado vivir, en cantidad y en severidad. Y en constancia. Nosotros pasamos todos los días como un bucle en el tiempo: todos los días es el mismo día, es la misma historia que se nos repite, una y otra vez. Esto es sumamente desgastante y para eso no estábamos preparados. Eso y ver a los pacientes despedirse de su familia antes de ser intubados. O salir y ver a un médico escondido llorando. ¡Nadie está preparado para eso!”, admitió.
“Siempre hay casos que a uno le impactan cuando mueren. Uno no puede pasar sin dolor ante la muerte, pero antes daba tiempo de reponerse, ahora no. Se nos mueren tan seguido y se nos enferman tantos que no da tiempo para un descanso o pensar.
“Han habido mañanas en que se han intubado cuatro pacientes seguidos. Casos como el de la mamá y el hijo que entran al hospital al mismo tiempo, y él muere, y cuando ella despierta, pregunta por el hijo...”, lamentó.
A pesar de lo difícil de este día a día, Sánchez deja abierta una puerta a la esperanza, pues la mayoría de sus pacientes ha logrado recuperarse, aunque esto lleva tiempo.
“Es a la mayoría. Aun en los casos más severos, hay opciones. Hemos estado viendo la diferencia entre los pacientes vacunados y no vacunados. A los vacunados les va mucho mejor. La vacunación hace la diferencia. Probablemente, esto se va a hacer estacional, y todos nos vamos a estar vacunando cada cierto tiempo. Dios lo permita que sea así, pero mientras tanto tenemos que vacunarnos y seguir con las medidas.
“El mensaje que le quiero dejar a la gente es que covid existe. Esto no es un complot, ni un chip en la vacuna. ¡Vacúnense por favor! Ya no quiero ver más gente morir”.