
La Caja Costarricense de Seguro Social debe entregar de forma “inmediata” el plan aprobado por la Junta Directiva para procurar subsanar la crisis en el programa de donación y trasplantes, a las organizaciones no gubernamentales que defienden los intereses de los pacientes.
Ese fue uno de los acuerdos logrados luego de la convocatoria de la Defensoría de los Habitantes a una mesa de diálogo en la que participaron la Federación de ONG de pacientes, autoridades del Ministerio de Salud y la Caja.
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El defensor adjunto Juan Manuel Cordero detalló que además se acordó establecer una hoja de ruta que partirá de la orden emitida por el Ministerio de Salud, en donde la Caja deberá determinar el “cómo, cuándo y quién”, necesarios para solventar cada una de las observaciones que hizo el ministerio al plan de trasplantes.
También se acordó levantar una minuta del proceso y continuar realizando reuniones mensuales entre todas las partes.
Sandra Chanto, presidenta de la Asociación de Nefrología y miembro de la Asociación de Trasplantes, calificó el encuentro como positivo a pesar de que en esta primera reunión se le dedicó mucho tiempo al tema del pago y no tanto a la situación los pacientes.
“Hay muchos sentimientos de si fue culpa de parte de la Caja o del Ministerio y tratan de evadir un poco esas responsabilidades. Ambos han sido responsables de cómo están los trasplantes en el país”, dijo.
Por su parte, el coordinador del Programa de Trasplantes, José Pablo Cordero, dijo que es una oportunidad para empezar a crear más confianza entre las partes y a partir de ahí iniciar la mesa de trabajo.
Desde que se dio a conocer la crisis en el programa de trasplantes, después de la emisión de una orden sanitaria del Ministerio de Salud, las organizaciones de trasplantes han reclamado poca información sobre el acuerdo que tomó la junta directiva para atender esa medida.
La orden de salud, obliga entre otras cosas a poner en el centro de toda la atención a los pacientes, a garantizar los recursos para la realización de estos procedimientos, y a asegurar la adecuada distribución de los órganos disponibles.
Como parte de los ajustes para subsanar la crisis, la entidad modificó el sistema de pago para el personal médico, que participa en los operativos de trasplantes, a fin de que estén siempre disponibles obligatoriamente.
Eso incluye a todos los equipos de trasplante renal y hepático, a quienes se les reconocerá la jornada extraordinaria con disponibilidad.
El jueves anterior, la CCSS además remitió a Salud un plan que responde a las órdenes que le hizo esta cartera, luego de conocer el descalabro en el programa de donación y trasplantes.
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Las medidas incluidas en ese plan, contemplan acciones a corto, mediano y largo plazo, según dijo a La Nación la semana pasada el gerente médico, aunque no detalló sobre esas tareas.
La crisis del programa se evidenció en la caída en el número de cirugías, el incremento en la mortalidad de pacientes y el desorden en la asignación de los órganos disponibles.
De los 144 enfermos que recibieron un hígado entre 2007 y 2018, fallecieron 57 (40% del total); 35 de esos pacientes, murieron en los 30 días posteriores a la cirugía, lo cual representa un 61% de toda la mortalidad.