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Hasta finales de julio, 2.485 enfermos debían esperar, en promedio 122 días para que les realizaran una tomografía en el Hospital México. Otros 3.000 ya se habían hecho el estudio pero debían aguardar casi 200 días (poco más de seis meses) para que un radiólogo interpretara los resultados y emitiera el informe que serviría de base para continuar con el tratamiento.
Un 80% de todos esos enfermos eran pacientes con cáncer, enfermedad con la que nadie se puede dar el lujo de esperar tanto tiempo. La denuncia la hizo llegar la organización Unidos contra el Cáncer, que forma parte de la Federación de Organizaciones de Pacientes, donde 43 grupos con distintas patologías.
“Un cáncer no puede esperar seis meses. Los pacientes ya no podemos esperar más y necesitamos una solución oportuna y pronta”, manifestó Alexandra Núñez, vocera de la Federación, en su intervención como representante de los enfermos en el Foro de Salud 2023, organizado por La Nación, el 31 de julio anterior.
El Foro se hizo en alianza con la farmacéutica Roche y contó con el patrocinio de la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma), el Hospital Clínica Bíblica, Hospital La Católica y Laboratorios Labin.
“En los últimos tres años, hemos enfrentado la pandemia de la covid-19. Se ha puesto en relieve la importancia de la solidaridad y la cooperación para responder a la crisis. Hemos logrado superar el desafío porque hemos logrado trabajar de manera mancomunada.
“Esperamos que nuestro país siga convencido que la salud es esencial para construir una sociedad más productiva, equitativa y próspera”, manifestó Núñez quien ve en la creación y fortalecimiento de las alianzas público-privadas una de las soluciones para mejorar el acceso a la salud.
Núñez denuncia que el derecho a la salud está siendo violentado con situaciones como las que se dan con las tomografías en el Hospital México.
“Las interminables listas de espera son un reflejo de la necesidad que tenemos de recibir una atención oportuna y de calidad. Es importante que enfrentemos estos retos como un solo sistema, que busquemos soluciones de normativas que nos permitan realizar estas alianzas de manera honesta, transparente y sin conflicto de interés, y poniendo al paciente en el centro”, demandó la vocera de las organizaciones de pacientes.
Las listas de espera en los hospitales públicos no paran de crecer. El 16 de agosto, se supo que 176.919 personas esperan una cirugía, según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Además, hay 285.457 citas de primera vez pendientes con el médico especialista, y 622.018 procedimientos diagnósticos sin realizar.
Para los pacientes, todavía no hay una ruta clara para resolver esta situación de manera pronta. A mediados de julio, la presidenta ejecutiva de la CCSS, Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, pidió al presidente Rodrigo Chaves Robles tres meses para presentar el plan prometido por esta administración. El plazo vence el 12 de octubre.
“¿Cómo hacemos para solucionarle al paciente en un corto plazo? Por eso, nos tenemos que unir en esas alianzas estratégicas. No solo darle la responsabilidad a una institución en especial, sino unirnos como país para dar a los pacientes una respuesta a corto plazo construyendo una patria diferente”, enfatizó Núñez.
Durante el foro, el entonces gerente médico, Marino Ramírez, manifestó que estas alianzas “deben ser bien vistas”, aunque reconoció la existencia de “mentes cerradas” que las consideran una camino la privatización.
Ramírez destacó que las investigaciones clínicas en los hospitales públicos debería ser una de formas de alianza, pues podrían generar ingresos a la entidad que a su vez se inviertan en capacitación del personal, formación de especialistas y en una mejor calidad de medicamentos y otros insumos hospitalarios.
“Estamos dando ese nuevo enfoque, que la CCSS tiene que abrir los ojos. Es mucho el dinero el que la empresa farmacéutica puede invertir en diferentes estudios y nosotros tenemos el nicho: tenemos las instalaciones y a los usuarios, que muchas veces están ávidos de recibir ese producto innovador”, expresó.
Marino Ramírez dejó la Gerencia Médica el 22 de agosto.
Paciente como centro, ¿en serio?
Para Roberto Herrera, coordinador de la comisión de salud de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), la realidad de los servicios de salud demuestra, todos los días, que el paciente no es el centro.
En su participación en el Foro de Salud 2023, Herrera reclamó enfáticamente que esa frase se utilice en los discursos pero que, al final de cuentas según dijo, se convierta en una “posición social o políticamente aceptable” porque en la práctica se hace todo lo posible para que no ocurra.
“Todos somos responsables de darle a ese paciente el sitio que le corresponde. Esa señora que tiene una pelotita en un seno sabe que se va a morir porque seis meses no son una buena idea para la mamografía, y seis meses para el resultado, y seis más para que la operen. Lo único que hacemos es cargarle complicaciones a las patologías de nuestros pacientes.
“Un número importantísimo de adultos mayores que sufren fracturas de cadera es porque tienen catarata y no vieron dónde dar el paso. No solucionar, posponer las decisiones que tenemos que tomar, nos llevan a los fracasos. Y los ticos tenemos esa cualidad casi que metida en nuestro ADN: posponemos los actos que tenemos que hacer”, advirtió Roberto Herrera.
Para el representante de la Uccaep, en las mesas de discusión se tiene que empezar a oír más al paciente, involucrándolo dentro de las soluciones.
“Hasta un 40% de las intervenciones de hemodinamia que se hacen en el país se hacen en personas que empezaron a hacer fila para el cateterismos dos años antes cuando pudieron haber sido ambulatorios (sin necesidad de hospitalización). Le hicimos el cateterismo cuando se infartó. Pero probablemente eso no le pasa a ninguno de nuestros familiares, porque nosotros somos del grupo de los privilegiados.
“Si realmente queremos empezar a hablar formalmente sobre el enfoque de la salud en Costa Rica, inevitablemente vamos a tener que quitarnos un montón de máscaras y ver la realidad”, reclamó.
