La Dirección Jurídica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) analiza los cambios al Reglamento de Afiliación de Trabajadores Independientes, como paso previo a presentar el tema ante la Junta Directiva de la institución, lo cual se prevé para finales de enero.
En diciembre pasado, el presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya Hayes, corroboró que los cambios al reglamento de afiliación todavía no habían sido aprobados: “Se ha puesto el reglamento a un intenso análisis ante diversas instancias técnicas de la institución. El plazo de retroactividad (para cobros) ha sido uno de los más analizados y complejos, requiere mayor calado jurídico para poder implementarlo.
“Estamos a la espera de conocer el escrito completo del fallo de la Sala IV sobre la condonación de deudas. Se espera que en enero del 2022 conozcamos todos estos criterios en Junta Directiva para poder tomar una decisión”, dijo Macaya. Esta situación se mantiene sin cambios, según confirmó a La Nación la Gerencia Financiera de la CCSS.
LEA MÁS: CCSS evalúa flexibilizar cobros a trabajadores independientes
En marzo del año pasado, trascendieron fuertes críticas al fondo del anteproyecto de reforma a ese reglamento cuando fue sometido a consulta pública. En ese momento, los críticos señalaron políticas que calificaron de “confiscatorias” y “discriminatorias” en contra de los trabajadores independientes, que necesitan tener acceso a la atención de salud y a los beneficios de una futura pensión.
Diferentes colegios profesionales intervinieron en esa discusión; entre ellos, el Colegio de Abogados, que encontró “ilegalidades” y “arbitrariedades en la propuesta. Entre las principales críticas estuvo la ampliación de la base contributiva más allá del salario recibido y la inclusión de ingresos de capital, como inversiones en títulos valores o alquileres.
También se cuestionó la desigualdad entre el aporte de una persona asalariada y otra por cuenta propia, y los pagos retroactivos, pues si una persona se inscribe voluntariamente como independiente, la Caja puede hacerle un cobro de cuotas no declaradas por el periodo que no estuvo afiliado al Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM).
LEA MÁS: CCSS ahuyenta a trabajadores independientes con reglas ‘confiscatorias’
Esto obligó a la CCSS a realizar ajustes a la propuesta en dirección a flexibilizar las medidas de aseguramiento para este grupo de trabajadores. En diciembre, la Gerencia Financiera confirmó a La Nación que, entre las novedades, estaría la inclusión de tasas de cobro diferenciadas, y de pagos flexibles según la realidad de la actividad económica que desempeñe el trabajador.
“La reforma no es solo al Reglamento de Trabajadores Independientes. También hay una propuesta para que haya mayor flexibilización en los arreglos de pago de los morosos para que el desembolso (de pago) sea relativamente menor al que hoy estamos exigiendo. Es favorecer un convenio de pago que no condonará la deuda principal, pero la Caja sí puede hacer una amnistía en materia de intereses, recargos y multas tanto para patronos como para trabajadores independientes”, dijo Gustavo Picado Chacón a La Nación, el mes pasado.
Al tercer trimestre del 2021, había 524.697 trabajadores independientes. El 58% no contaba con seguro, es decir 302.809 personas, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Los independientes que cotizan a la CCSS pagan cuotas hasta del 18,5% de sus ingresos mensuales al Seguro de Salud y al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM). Por el contrario, los empleados de empresas privadas o el Estado contribuyen con el 9,5% de su sueldo mensual. El 5,5% es para el Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) y el 4% para el fondo de pensiones.
LEA MÁS: Caja prepara plan de amnistía para patronos e independientes
Esta reforma pretende incrementar la cobertura de aseguramiento para elevar los ingresos de la CCSS. Según datos del INEC, el 60% de los trabajadores independientes tienen ingresos de menos de un salario mínimo por mes, es decir, por debajo de ¢265.000.
Solo el 2% de las personas que laboran por cuenta propia tienen ingresos de al menos ¢1,3 millones por mes.