Luis Diego Saborío Soto presentó su renuncia como subdirector de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), menos de cuatro meses después de haber asumido el cargo.
Su salida fue confirmada la mañana de este jueves por el ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Efraim Zeledón Leiva.
Saborío había sido nombrado en julio como sustituto de Luis Miranda, quien también dejó el puesto el 19 de junio. Con su salida, la DGAC acumula dos renuncias consecutivas en la subdirección en menos de cinco meses.
El ministro Zeledón indicó que la notificación de renuncia llegó por escrito y que el funcionario argumentó “motivos personales”.
“Efectivamente, el señor subdirector presentó su renuncia. En la nota indicó motivos personales. La renuncia se hace efectiva la próxima semana”, declaró Zeledón.
Marcos Castillo Masís, director de Aviación Civil, confirmó que Saborío Soto se dirigirá esta tarde al Consejo Técnico de Aviación Civil (Cetac).
La decisión trascendió apenas un día después de que La Nación revelara este miércoles que Costa Rica reprobó la más reciente evaluación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), agencia especializada de las Naciones Unidas.
Este diario consultó este jueves a Castillo Masís por la mala calificación obtenida, luego de consultas iniciales enviadas ayer. El funcionario declinó referirse pues adujo hallarse en una reunión de trabajo.
“Voy a consultarle a la periodista por qué no le han respondido, con todo gusto”, indicó en un intercambio por WhatsApp.
Costa Rica reprobó evaluación clave
El país obtuvo un 61,7% en el Estado de Implementación Efectiva (EI) del Programa Universal de Auditoría de la Vigilancia de la Seguridad Operacional (USOAP), correspondiente al cuarto trimestre de 2025. La nota está por debajo del 75% mínimo exigido por la OACI para considerar adecuada la vigilancia de la seguridad operacional.
El resultado indica que el Estado no está ejerciendo una supervisión satisfactoria sobre aspectos que incluyen licencias, aeronavegabilidad, operaciones, investigación de accidentes, protección al consumidor y vigilancia continuada.
La evaluación negativa puede tener consecuencias para el país, como mayores restricciones para operaciones internacionales, el aumento en requisitos de aerolíneas extranjeras y pérdida de confianza en la autoridad aeronáutica.
La renuncia de Saborío ocurre mientras la DGAC enfrenta cuestionamientos por la debilidad de sus procesos de vigilancia y por la salida de talento técnico de alto nivel dentro de la institución.
La caída en la evaluación de la OACI también expone problemas estructurales que el país arrastra desde hace más de una década: rezagos en fiscalización, falta de personal especializado y demoras en procesos críticos para garantizar la seguridad operacional.
El MOPT no informó quién asumirá temporalmente la subdirección ni cuándo se nombrará a la persona que ocupará el cargo de forma definitiva.
