
En diciembre del año pasado la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) aprobó el uso de un anticuerpo que proteja contra el virus sincitial respiratorio (VSR) a los bebés cuyas madres por alguna razón no se vacunaron durante el embarazo.
Este fármaco se llama Nirsevimab y consiste en una dosis de inyección que se administrará al nacer, junto con las vacunas contra la hepatitis B y la BCG. La CNVE indicó que se comenzaría a aplicar durante 2025.
Sin embargo, los procesos se han atrasado, porque es un procedimiento que debe cumplir varios pasos para que pueda adquirirse a través del fondo rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esteban Vega de la O, gerente de logística de la Caja Costarricenses de Seguro Social (CCSS) dijo a La Nación que el primer paso consistió en incluir el tratamiento en la Lista Oficial de Medicamentos (LOM).
“En agosto 2025 se solicitó a la OPS la proforma del medicamento, la cual fue recibida el 24 de octubre del 2025, a partir de lo cual se encuentra en curso la elaboración de la documentación necesaria para la adquisición. Es importante señalar que la OPS ha indicado en la proforma que el medicamento estará disponible para envío en el primer trimestre de 2026″.
La CCSS adquirió 6.755 unidades de este anticuerpo monoclonal. La inversión asciende a $1,72 millones (unos ¢869.000 millones), lo que incluye también seguros y transporte aéreo.
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¿En qué consiste el anticuerpo contra el virus sincitial?

El Nirsevimab no es una vacuna. Es un anticuerpo monocolonal y funciona diferente. Las vacunas dan las instrucciones al cuerpo para que las defensas construyan la protección contra el virus; en este caso, se da el anticuerpo, para que actúe directamente en el organismo. Este mecanismo se denomina inmunización pasiva.
Vale la pena recordar que los anticuerpos son proteínas que el sistema inmunitario usa para identificar y neutralizar “entes extraños”, como bacterias o virus.
Los anticuerpos monoclonales son proteínas artificiales, creadas en laboratorio, que potencializan el sistema inmunitario y lo ayudan a combatir enfermedades.
El Nirsevimab brinda protección durante al menos cinco o seis meses, los más críticos en quienes se infectan con el VSR.
En ensayos clínicos, este medicamento redujo las hospitalizaciones por VSR en un 74,5% en los bebés a término y en los prematuros tardíos (de entre 30 y 37 semanas de gestación) y en un 83,3% en quienes nacieron a las 29 semanas de gestación o antes.
Los efectos secundarios más comunes fueron erupción en la piel (0,7%), fiebre (0,5%) y reacción en el lugar de la inyección (0,3%). Todos estos síntomas ocurrieron en los primeros 14 días.
Esta protección, sin embargo, estaría destinada a una minoría de niños, pues el objetivo es que sus madres se vacunen entre las semanas 32 y 36 de embarazo. Esta vacuna comenzó a aplicarse a finales de mayo, en los primeros dos meses y medio, había llegado a 6.000 mujeres.
