Texto original publicado por La Nación el 3 de julio de 1973

El comité especial del Senado encargado de investigar el escándalo “Watergate” dio hoy un paso importante hacia la declaración del presidente Nixon sobre el caso.
El presidente del comité, Sam Ervin, sugirió la necesidad de que Nixon esté presente durante una sesión de preguntas dirigidas a John Dean, su exconsejero jurídico, quien afirmó que Nixon no tomó medidas para evitar encubrir el escándalo y dijo que el presidente había violado la Constitución.
Dean contestó “sí” a una pregunta de Ervin sobre un plan de vigilancia aprobado en 1970 por Nixon. El plan incluía actividades ilegales, y según el propio presidente prohibió posteriormente que se llevara a efecto.
Ante esto, Ervin preguntó a Dean si creía que el plan violaba la cuarta enmienda de la constitución, que garantiza el derecho de los ciudadanos a no ser vigilados por el gobierno sin motivos.
El testigo, en su cuarto día de declaraciones, fue sometido un intensísimo interrogatorio por parte de varios senadores, y especialmente por un cuestionario preparado por la Casa Blanca.
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