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“Creo que las fiestas de Palmares han bajado en ventas un 50%, aproximadamente. Pienso que las personas que van gastan menos dinero o no tienen plata para ir. Pero sí creo que han bajado demasiado”.
Así resume el empresario Alejandro Morales, principal chinamero del evento, quien pagó ¢80 millones por 22 puestos de comida y bares, la pérdida de convocatoria que afrontan los conocidos festejos palmareños.
La reducción en las ventas, que señala Morales, se ve reflejada en las utilidades que reporta la Asociación Cívica Palmareña (ACP), encargada de organizar las fiestas desde 1986, las cuales comenzarán el miércoles, y el jueves tendrán el tope.
En 2014, las ganancias fueron de ¢209 millones, mientras que en 2015 se registraron ¢184 millones, es decir, un 12% menos entre un año y otro.
Incluso, Morales, quien es comerciante en San José y operó los chinamos de Zapote, aseguró que este podría ser el último año que participa en la actividad si la situación no mejora.
“Definitivamente, las fiestas han perdido arrastre”, expresó Ronald Morera, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Palmares.
Warner Vargas, presidente de la ACP, reconoció que la crisis económica de los últimos años ha afectado a los festejos. “Ha caído en lo comercial por un tema de crisis económica o porque las empresas no quieren apostar, pero ese es un tema económico, no es un tema de organización; la organización cada vez hemos tratado de que sea mejor”.
La Asociación ha contemplado dejar de hacer los conciertos gratuitos, ya que no son rentables, pero reconocen que esto le restaría imagen al evento y perjudicaría la venta de chinamos.
En el 2015, la ACP gastó ¢76 millones en el concierto internacional que realizó. En el 2014, este rubro consumió ¢55 millones.
Cuentas. Bernal Vargas, alcalde de Palmares, comentó que la ACP debe mejorar los informes que dan a la comunidad y precisar en qué utiliza el dinero proveniente de las fiestas.
“En el año 2014, en el permiso que se otorgó, se dijo claramente que el siguiente año tenían que presentar los informes financieros auditados para dar el permiso de los siguientes festejos”, expresó Vargas.
La Cámara de Comercio e Industria local reafirma el cuestionamiento. “Yo siento que lo que sucede con las fiestas es algo muy particular: la Asociación Cívica nunca nos ha dicho en qué usa sus recursos”, dijo Ronald Morera, presidente de la Cámara.
Añadió que hace falta que la ACP asuma un proyecto de infraestructura grande para que el palmareño respalde con más entusiasmo los festejos. “En el momento en que la Asociación Cívica diga en qué va a emplear los recursos antes y nos dé cuentas después, la gente apoyaría más. Nosotros no sabemos cuánto recogieron; nadie sabe eso”.
La Nación solicitó los estados financieros auditados de los últimos cinco años, pero se nos dijo que debíamos enviar una solicitud formal a la Junta Directiva de la Asociación.