Si usted no tiene factores de riesgo a partir puede vacunarse contra la influenza en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) de este 1.° de julio.
Luego de ocho semanas de estar destinada a poblaciones con mayores probabilidades de enfermarse o complicarse, la institución abre la opción al resto de los asegurados, que pueden obtener una de las dosis sobrantes. La CCSS no ha informado del número de vacunas que quedan disponibles.
Esta vacuna consta de una sola dosis que se inyecta todos los años. Esto es así por la alta velocidad de mutación del virus, sus cambios en la genética hacen que la vacuna también deba cambiarse.
¿Por qué vacunarse contra la influenza?

La influenza, también llamada gripe estacional o común, es un virus respiratorio de fácil propagación que causa fiebre, tos, malestar general y dificultad respiratoria. En los casos más graves puede inflamar los bronquios y pulmones, hospitalizar e incluso causar la muerte.
La vacuna busca minimizar las probabilidades de complicaciones, hospitalizaciones y muertes.
Datos del Ministerio de Salud indican que, durante las primeras 24 semanas de 2025 (finalizadas el 14 de junio), se notificaron 10.619 casos de influenza. Los principales afectados son personas entre los 30 y 39 años.
Durante las últimas semanas, la influenza fue el virus respiratorio de mayor circulación. Esto cambió la semana pasada (semana 25), cuando el rinovirus, otro patógeno causante de síntomas gripales, tomó el primer lugar. En tercer lugar está la covid-19.

Esta baja en la circulación puede deberse, en parte, a que la campaña de vacunación, que comenzó a inicios de mayo, ya cubrió al 81% de la población meta.
Las personas que quieren vacunarse pueden llamar al ebáis que les sea más cómodo, para saber si tienen vacunas disponibles.
Otras formas de protección
La vacuna es una de las principales formas de prevenir la influenza, pero no la única. Estas son otras recomendaciones:
- Preferir los espacios abiertos y bien ventilados.
- Si se está en un sitio cerrado, abrir puertas y ventanas para mantener el flujo de aire.
- Evitar las aglomeraciones, especialmente si está con niños menores de cinco años.
- Si debe estarse en sitios cerrados o aglomeraciones de personas, una mascarilla puede ser muy útil.
- Lavado de manos frecuente. El alcohol en gel es un “plan B” si no hay agua y jabón.
- Si algún miembro de la familia presenta síntomas, evitar el contacto con las personas de salud más vulnerable, como niños pequeños, adultos mayores y personas con problemas inmunitarios.
- Promover la lactancia materna en menores de seis meses.
Medidas en caso de tener un virus respiratorio
- Procurar no salir si se tienen síntomas. Esto facilitará la recuperación y evitará contagiar a otras personas.
- Si se debe salir, utilizar una mascarilla para minimizar el riesgo de infectar a alguien más. Este implemento debe cubrir nariz, boca y mentón y estar bien fija, sin que se mueva al hablar.
- No olvidar el protocolo: cubrirse con el antebrazo antes de estornudar o toser.
- El lavado de manos es primordial.
- Si los síntomas persisten después de dos días o hay fiebre, acudir al centro de salud.
- Evitar medicar a los niños sin haber realizado una consulta médica.
- Seguir las indicaciones del médico.
- Tomar mucho líquido, más del que se tomaría si no se está con síntomas.
- Procurar descansar lo más posible.