La diversión se convirtió en dolor para un joven de 23 años, vecino de San Antonio de Escazú, quien el 30 de diciembre anterior se subió al juego mecánico conocido como la tagada, en las fiestas de Zapote.
Las vueltas que caracterizan a ese juego le produjeron una fractura en la clavícula, denunció Jeanneth Valenzuela, madre del afectado.
Diez días después del incidente, Valenzuela aún no sabe si hay una póliza que responda por la lesión de su hijo, pese a consultas que hizo en el campo ferial y a las gestiones ante las Municipalidades de San José y de Curridabat.
“La Cruz Roja lo trasladó al Hospital Calderón Guardia donde le hicieron una placa (radiografía) y le indicaron que tenía la fractura en la clavícula, con un diagnóstico que puede ser quirúrgico.
”He ido a todos lados a preguntar sobre la póliza y nadie me da respuesta. Mi indignación es por quién tiene la responsabilidad civil por lo que le pasó a mi hijo”, manifestó.
La preocupación de la madre radica en que el muchacho no trabaja y no tiene seguro.
“Fui a hablar con los empleados que desarmaban la tagada donde mi hijo se accidentó y no me quisieron dar el nombre del dueño de ese juego”, reclamó.
David Venegas, presidente de la Comisión de Fiestas de San José, dijo que todos los juegos mecánicos cuentan con póliza en caso de accidente.
Indicó que el Instituto Nacional de Seguros (INS) les advirtió de que debían tener doble póliza: una para el campo ferial y otra para los juegos mecánicos.
La cobertura de ese seguro era por el tiempo de duración de los festejos populares, del 25 de diciembre al pasado 3 de enero.
“La mamá o el muchacho deben ir al INS a reclamar la póliza, porque ellos son los aseguradores. El accidente ocurrió el 30, el joven está cubierto por la póliza porque ocurrió dentro del periodo”, aseguró Venegas.