En Costa Rica, un país donde la esperanza de vida al nacer es de 81,05 años, un fallecimiento que ocurra antes de que alguien cumpla 70 años es considerada una muerte prematura y debe estudiarse si pudo evitarse.
Con esto en mente, investigadores de la Dirección de Desarrollo de Servicios de Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se dieron a la tarea de ver dónde ocurrían estas muertes, a qué se debían y qué podía hacerse para atenderlas. Para ello, el año pasado se dedicaron a estudiar lo ocurrido los cinco años anteriores.
Roy Wong McClure, epidemiólogo y coordinador del reporte Perfil Epidemiológico 2019-2023, indicó que las causas no distan mucho de las vistas en otras edades, pues en Costa Rica hay más carga de enfermedades crónicas como cáncer y enfermedades cardiovasculares.
El problema, según los investigadores, es que se ven a edades menores, y, por ejemplo, los males cardiovasculares son prevenibles.
A esto se le une que las personas jóvenes son más proclives a ser víctimas de eventos de violencia y accidentes, que cada vez toman una porción mayor total de los decesos en Costa Rica.
“La violencia es una carga importante en esas pérdidas prematuras”, comentó Wong.
Las enfermedades o condiciones de salud se dividieron en cuatro:
- Grupo 1A: Enfermedades transmisibles
- Grupo 1B: Enfermedades maternas, perinatales y nutricionales
- Grupo 2: Enfermedades no transmisibles
- Grupo 3: Lesiones
Luego de esto se vieron las muertes prematuras en cada región del país, según la clasificación de la CCSS.

En enfermedades transmisibles, la tasa de mortalidad prematura fue mayor en lugares populosos:
- Mata Redonda-Hospital
- Alajuela Central
- Cañas
- Zapote-Catedral
- Limón
En el segundo grupo, el de enfermedades maternas, perinatales y nutricionales el impacto mayor de las muertes antes de 70 años se dio en lugares muy diferentes, aunque se repite el cantón central de Limón:
- Puriscal-Turrubares
- Los Chiles
- Limón
- Abangares
- La Cruz
En el grupo de enfermedades no transmisibles estos fueron los lugares con mayor incidencia de mortalidad prematura. El cantón central de Limón está también a la cabeza:
- Limón
- Alajuela Central
- San Fancisco-San Antonio
- San Rafael de Puntarenas
- Chacarita
- Carrillo
En estos lugares las tasas fueron superiores a 1.187 muertes prematuras por 100.000 habitantes.
Finalmente, en la mortalidad prematura por lesiones se ven cantones con un menor desarrollo humano y mayor desigualdad.
- Cóbano
- Matina
- Limón
- Garabito
- Chacarita
En estos lugares, las tasas de mortalidad prematura superan las 600 por 100.000 habitantes.
¿Qué hacer para evitar las muertes prematuras?

En este sentido, debe reforzarse ese primer nivel de atención, es decir, los Ebáis.
“Incrementar la capacidad resolutiva del primer nivel de atención es fundamental. Debe ser el acompañante de esas poblaciones para que si requieren una hospitalización sea en la menor cantidad de días posible”, señaló Wong.
Diana Paniagua Hidalgo, epidemióloga que también participó del análisis, recalcó la importancia de las decisiones individuales en la prevención y buen control de enfermedades crónicas.
Aspectos como el ejercicio, tener una alimentación más consciente y sin exceso de grasas y más frutas, verduras y leguminosas, no fumar ni vapear y es parte fundamental de la prevención. Y, si se diagnostica una enfermedad crónica, llevar el tratamiento puede hacer la diferencia.
“Como personas tenemos que preguntarnos, ¿qué haría una persona saludable? Así decido si quiero compartir espacios para una salud mental más en paz, si voy a caminar en las mañanas o si como una cosa u otra. Esto debemos hacer como personas para sumar a nuestro salud”, concluyó Paniagua.