
El ministro de Turismo, William Rodríguez López, respondió al reportaje “Costa Rica pierde imán turístico mientras vecinos de la región avanzan”, publicado el pasado 27 de abril, con una defensa firme del modelo costarricense de desarrollo turístico.
En su declaración escrita a este medio, cuestiona que el reportaje esté sustentado en la variable de llegada de turistas por vía aérea, pero utiliza esa misma variable para explicar el declive de visitantes en Costa Rica.
El Salvador, Guatemala, Panamá y República Dominicana superaron a Costa Rica en recepción de visitantes internacionales en 2024.
En 2019, Costa Rica recibió 3,1 millones de visitantes internacionales. Superaba cómodamente a países como Jamaica (2,7 millones), El Salvador, Guatemala y Panamá (todos con 1,8 millones), de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT) de Naciones Unidas.
Al cierre del 2024, las cifras pintaron otro panorama: El Salvador alcanzó los 3,2 millones de turistas; Guatemala, 2,3 millones; Panamá, 2,1 millones; y Costa Rica igualó con Jamaica, con 2,9 millones.
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Ante esos datos, Rodríguez reprochó el enfoque de la publicación por centrarse en las llegadas de turistas, calificando esa métrica como limitada:
“Si bien es un indicador relevante, es una medida que no permite un análisis completo para la comparación entre destinos”, indicó por escrito en su exposición remitida a este diario este lunes a las 11:24 p.m.
Sin embargo, el propio ministro apoya parte de su defensa del rendimiento costarricense usando ese mismo indicador cuando admite una reducción en la disponibilidad de asientos aéreos, la cual —según explica— afectó la llegada de visitantes:
“La reducción en la oferta de asientos aéreos es un elemento relevante dentro de este contexto... Esto afectó no solo a Costa Rica, sino también a destinos turísticos en República Dominicana y México”, reza su mensaje.
La misma variable desestimada ante el éxito otros países (cantidad de visitantes recibidos), luego la invoca como justificación para explicar el menor imán turístico de Costa Rica por la referida reducción de asientos.
La comparación de modelos turísticos diferentes, basado solo en cifras de visitantes, excluye del análisis dinámicas, estrategias y objetivos muy diferentes. Destinos con productos de sol y playa, posiblemente estén más interesados en atraer grandes volúmenes de turistas, lo cual se aleja de la apuesta costarricense que ha sido destacada como un modelo turístico más especializado, inclusivo, innovador y sostenible, donde se preserva el medio ambiente y se destaca el patrimonio cultural y la sociedad valiosa costarricense
— Wílliam Rodríguez, ministro de Turismo en respuesta por escrito a La Nación
Rodríguez asegura que Costa Rica no compite por volumen de visitantes, sino por calidad y sostenibilidad:
“El país no está interesado en competir por volumen, donde el alto número de turistas puede llegar a generar problemas de saturación... Costa Rica apuesta por un modelo basado en la diferenciación”, se lee en su texto.
Rodríguez luego cita en su respuesta datos cuantitativos para mostrar logros del sector costarricense. Destaca, por ejemplo, un récord en ingreso de divisas:
“El ingreso de divisas por el turismo alcanzó los $5.434 millones en 2024, marcando un hito sin precedentes para el sector”, aseguró.
Incluso recalcó un aumento de 19.767 empleos turísticos en 2024, lo que eleva a 183.016 las personas ocupadas en esta actividad, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
El pasado 23 de abril, La Nación consultó al ICT y a Rodríguez a qué atribuirían que naciones del área que también cerraron sus puertas al turismo en pandemia han logrado remontar mucho mejor.
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Específicamente, se consultó si Costa Rica se ve afectada por temas de percepción de inseguridad o lo caro que este destino se puso frente otros en el Istmo.
En su respuesta, Rodríguez nunca hace referencia a dichos factores.
En su lugar, atribuye la situación a factores externos, como los ajustes de las aerolíneas o el contexto macroeconómico en Estados Unidos.
Según el jerarca, la llegada de turistas a un sitio de descanso siempre es “un fenómeno que depende de muchos factores” y menciona que 60% de los turistas llegados a Costa Rica provienen de Estados Unidos.
“El turismo está muy relacionado con la situación económica y en un entorno macroeconómico incierto, como está experimentando ese mercado local, los consumidores priorizan el ahorro y restringen gastos no esenciales o simplemente tienen una menor confianza para viajar”, justificó.