
La solución a las inundaciones como la ocurrida este lunes 15 de setiembre, frente a la facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica y varias viviendas de barrio Dent en Montes de Oca, llegaría en el mejor de los casos a mediados del 2027.
Esa es la estimación del alcalde de ese municipio, Domingo Argüello, quien advirtió que la Municidad de Montes de Oca no cuenta con la totalidad de los recursos para dicha intervención.
El alcalde explicó que, tras realizar estudios en las zonas afectadas, se determinó que el problema tiene su origen en el colapso de una alcantarilla de San José (construida en territorio de Montes de Oca), que crea un efecto de “tapón” y hace que el agua proveniente de la quebrada Negritos, que fluye por las alcantarillas de Montes de Oca, se estanque en ese punto y se rebalse, en lugar de continuar hasta desembocar en el río Torres.
Esa situación, explicó Argüello produce que el agua se devuelva y se estanque en el nivel inferior del paso a desnivel de la carretera de Circunvalación ubicado frente a la Facultad de Derecho, así como las citadas zonas residenciales.
“Todo empieza porque colapsa la tubería que se hizo en los 90 por el proyecto de drenaje de la Municipalidad de San José aguas abajo. Esa tubería iba a salir por el río Torres; era una tubería que no pasaba directamente por donde se está inundando. Lo que está sucediendo con el tema de circunvalación es que el relieve todavía causa más el efecto de laguna, el agua se empoza, pero si estuviera más alto más bien llegaría más agua al sector de Dent”, explicó.
Solución bajo análisis y sin fondos
Actualmente, la Municipalidad de Montes de Oca valora al menos cinco alternativas sobre las posibles obras a implementar a fin de dar una solución definitiva a las inundaciones. Según Argüello, dichas intervenciones tendrían un costo de al menos $8 millones, que actualmente no disponen en ese ayuntamiento.
Según dijo, incluso pidieron a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) la declaratoria de emergencia, pero recibieron una rotunda negativa. La Nación dirigió consultas a esa entidad para conocer los criterios que determinan este tipo de condiciones, pero no se tuvo respuesta.

En junio anterior, esa dependencia indicó que no era posible declarar emergencia, porque para esto es necesario que "exista un fenómeno extraordinario y súbito del que no se espere, y por ende, sea necesario intervenirlo de manera inmediata con fondos extraordinarios”.
La entidad afirmó que el desbordamiento de la quebrada Los Negritos “es una problemática evidenciada en cada temporada de lluvias, lo que la hace recurrente, anunciada”.
El alcalde destacó que dicho arreglo se debe realizar de forma integrada con la Municipalidad de San José, con la cual han venido trabajando en los últimos meses a fin de definir la alternativa más adecuada y de la cual también dependerán eventualmente para reunir los recursos.
Una de esas posibles alternativas fue presentada por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y representa una inversión de $11 millones y un plazo de ejecución de tres años.
Tras conocer esa y otras opciones presentadas por varias empresas, la municipalidad determinó sacar a concurso una consultoría que será la que determine cuáles son las obras que se requieren y la mejor opción para ejecutarlas.
La estimación de la municipalidad es que, de contar con dichos resultados y la disponibilidad financiera (para la cual también se valora la búsqueda de un crédito y el apoyo de otras entidades), la licitación para las obras podría salir en abril del próximo año y el proceso quedaría adjudicado en el tercer trimestre de ese año, en caso de que no haya atrasos por apelaciones u otras gestiones administrativas.
Bajo ese escenario, las obras podrían comenzar en el último trimestre del 2026 y estar listas a mediados del 2027, sin embargo esos plazos también dependen de que la solución propuesta permita trabajar durante la época lluviosa.
Otro de los pendientes es que la tubería colapsada no se registró como servidumbre aunque pasa por una propiedad privada, lo que implicaría eventualmente expropiar o realizar un desvío por otro sector. Esa última, afirmó el alcalde sería la opción más viable, pues se buscaría pasar dicha canalización por calle pública.
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Este medio también solicitó una reacción al respecto al alcalde de San José, Diego Miranda, a través de sus encargados de comunicación, pero al cierre de esta publicación no se tuvo respuesta.
Un informe emitido por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), en junio del año pasado, luego de las primeras inundaciones, confirmó que la insuficiencia hidráulica de los sistemas de alcantarillado ocasionaron la inundación.
En esa oportunidad, y tras una inspección en la alcantarilla y el cauce de la quebrada Los Negritos, el Lanamme determinó que un hundimiento en la alcantarilla de trasvase hacia el río Torres podría estar limitando su capacidad debido a un colapso parcial o total.
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En esas inspecciones, se observó que la zona inundada se originó en la entrada de las alcantarillas del bulevar Dent y el trasvase hacia el río Torres, extendiéndose por efecto de remanso hasta la carretera de Circunvalación.
“Se advierte que mientras no se amplíe la capacidad hidráulica de las alcantarillas del bulevar Dent y el trasvase hacia el río Torres, es probable que se vuelva a inundar el paso inferior de la ruta 39″, advirtió el estudio.
Entre las recomendaciones emitidas por el Lanamme en esa oportunidad destacaban explorar la condición actual de la alcantarilla de trasvase de la quebrada Los Negritos hacia el río Torres y establecer su capacidad hidráulica actual, además de mantener libre de desechos sólidos el cauce de esa quebrada para evitar obstrucciones en las alcantarillas aguas abajo.
Como medida paliativa las autoridades acordaron desde el año pasado, realizar cierres en el tránsito del paso inferior desde que se comienzan a evidenciar las inundaciones.