A partir de este año, los diferentes hospitales públicos y privados de Costa Rica tendrán unidades especializadas en atender accidentes cerebrovasculares (ACV).
Esta medida es parte de una normativa publicada por el Ministerio de Salud y que busca atender una de las principales causas de muerte en Costa Rica. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) señalan que, durante 2024, 783 personas (417 hombres y 366 mujeres) fallecieron por esta causa, también llamada “derrame cerebral”, ictus o infarto cerebral.
Actualmente, varios hospitales públicos tienen sus unidades. Entre ellos destacan el Calderón Guardia, el San Juan de Dios, el México, el Escalante Pradilla (Pérez Zeledón), Tony Facio (Limón), Max Peralta (Cartago) y San Vicente de Paúl (Heredia). Además, el Monseñor Sanabria (Puntarenas) y Enrique Baltodano (Liberia) ya comenzaron de forma parcial.
“(La norma) permitirá atención estandarizada en todos los centros de salud, públicos y privados. Que las unidades que ya existen en la Caja (Costarricense de Seguro Social caminen de la mano y puedan fortalecerse. Además dará la pauta para las unidades en centros privados”, señaló Mary Munive Angermüller, ministra de salud.
Yorleny Molina Retana, jefa de la Unidad de Rectoría de la Región Huetar Caribe del Ministerio de Salud subrayó que esta norma es vital para actuar a tiempo y evitar muertes y secuelas.
“Es un evento tiempo-dependiente: en el momento que diagnostiquemos o tratemos la persona no morirá y las secuelas serán menores”, destacó.
¿Qué es un accidente cerebrovascular?

Hay dos clases de ACV: el isquémico y el hemorrágico.
En el ACV isquémico se bloquea una arteria y esto impide el paso normal de la sangre hacia las neuronas. Esto puede deberse a la formación de un coágulo sanguíneo, o a que este se “arrastra” desde el corazón u otra parte del cuerpo hasta las arterias cerebrales. Como en el cerebro los vasos sanguíneos son más angostos, el paso de sangre se dificulta o se corta.
En el hemorrágico, una de las arterias cerebrales estalla y se provoca una hemorragia interna. Este segundo es menos común, pero podría ser más letal si no se atiende.
Molina señaló que la mortalidad por los ACV está en 28,9 por cada 100.000 habitantes, y que el 16,4% de las personas que llegan con un ACV mueren.
Por ello, además de la Norma Para la Habilitación de Unidades de Ictus Hospitalarias, Salud publicó la Norma Nacional para la Atención de los Accidentes Cerebrovasculares Agudos. Esta segunda norma buscará compilar datos nacionales de la incidencia de esta condición, dónde se da más, los grupos de edad, sexo, letalidad y el estado en el que llegaron al centro de salud.
“Los profesionales realizan una gran labor, pero en muchos casos las personas llegan tarde”, expresó Molina.
Las personas que mueren por ACV no lo hacen de la misma forma. De acuerdo con el INEC, en 2024 las mayoría de las muertes por ACV (330, el 42,15%) fueron directamente por el propio ataque, mientras que 18,77% (147) fueron por secuelas del “derrame” y 24,01% por enfermedades cerebrovasculares no especificadas (188).
¿Qué deben tener las unidades de ACV?
Munive manifestó que la norma regula los siguientes aspectos:
- Recurso material y humano
- Planta física
- Profesionales necesarios
- Documentación
- Servicios de apoyo
Para el neurólogo de la CCSS Miguel Barboza Elizondo las dos normativas permitirán atender esta condición de salud y, entre otras cosas:
- Disminuir los tiempos de atención
- Disminuir las complicaciones
- Reducir los fallecimientos
- Reducir las secuelas y el uso de unidades de cuidados intensivos
- Mejorar la calidad de vida
Las normas regirá a partir del 1.° de octubre y luego de esto los equipos del Ministerio podrán inspeccionar y dar permisos durante un año. Estas licencias se otorgarán por cinco años y deberán renovarse.