El puente sobre el río Tárcoles, en la carretera Costanera, tendrá cierres a partir de agosto y durante un año, debido a una intervención mayor.
Según información dada a conocer por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) a la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), los trabajos se extenderán hasta junio del próximo año y contemplarán periodos en los que solo se dispondrá de un carril que se alternará para permitir el paso en ambos sentidos.
De acuerdo con el cronograma presentado a Canatur, las interrupciones en el paso comenzarían el 10 de agosto y en esa primera fase se extenderán hasta el día 25 de este mes. A partir de esa fecha se continuarían realizando en fechas específicas, tanto en horario diurno como nocturno.
Las suspensiones en el tránsito sobre esa estructura, preocupan a transportistas y turoperadores, quienes reconocen que ese tramo de la Costanera es ya de por sí sensible y se generan importantes filas cuando ocurre cualquier tipo de evento.
Mario Fernández, directivo de la Asociación Costarricense de Operadores de Turismo (Acot), explicó que las autoridades locales les informaron de que, debido a que habrá trabajos en el puente, los turistas ya no podrán hacer las tradicionales paradas para observar cocodrilos desde la estructura.
Fernández quien además forma parte del grupo denominado “Arribada” el cual opera los tours en bote y caminatas para observación de aves y cocodrilos, explicó que el puente sobre el Tárcoles, además de ser un destino específico, es considerada una parada obligatoria para otros recorridos a sitios como Manuel Antonio o Jacó.
“Los turoperadores se verían afectados más que por el acceso, por un aumento en los tiempos de viaje, además creemos que puede haber dificultades en la movilidad local, nosotros contratamos personal de zonas como Herradura, que tendrían problemas para llegar”, dijo.
Además sostuvo que una de las mayores preocupaciones tiene que ver con la temporada de cruceros en el Pacífico, la cual se inicia a finales de setiembre y se extiende hasta mayo.
Esto debido a que, usualmente, los turistas que llegan al país en estos barcos, realizan tours de un día previamente programados para cumplir los horarios de arribo y zarpe de los cruceros.
“La oferta de los tours es prenegociada con años de anticipación, si los tours no operan o hay problemas de acceso y atrasos, las navieras podrían preferir no atracar, eso tendría consecuencias supernegativas para los turoperadores”, dijo Fernández.
Mary Castro, quien tiene un negocio de venta de souvenirs dijo que hasta ahora no han conocido detalles sobre el impacto de las obras, únicamente les pidieron mover su negocio unos metros máś atrás del lugar donde se ubicaban.
“Todo el comercio de aquí vamos a salir afectados porque esto va para largo, por el momento no tenemos un plan b, pero sí estamos en veremos para buscar alguna solución”, afirmó la mujer, quien tiene más de 10 años de tener un negocio en ese punto.
La Nación consultó al Conavi, cuáles serán los planes de manejo de tránsito durante la ejecución de los trabajos, sin embargo se informó de que los detalles se darían a conocer en el transcurso de la semana.
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Adicionalmente, Canatur indicó a este medio que los detalles sobre posibles planes operativos para este sector se anunciarían una vez que el gobierno realice el anuncio oficial del inicio de obras.
Obras de emergencia
Las obras en esa estructura forman parte del Programa de Emergencia para la Reconstrucción Integral y Resiliente de Infraestructura y fueron adjudicados a la empresa MECO por un monto de $6,7 millones y un plazo de 310 días.
Los trabajos comenzaron el 28 de julio y se tiene previsto que concluyan en junio de 2026, siempre y cuando no se presenten contratiempos que afecten el desarrollo del proyecto.
La condición del puente es catalogada como de riesgo inminente producto del daño acelerado, principalmente en los apoyos de las pilas y agrietamientos. Los trabajos contratados incluyen el reforzamiento estructural de las pilas, reconstrucción de bastiones, sustitución de apoyos, obras de protección contra erosión, intervención del pavimento y señalización vía.
Protocolo ante cocodrilos
Una de las particularidades que tendrá esta intervención, es que el pliego de condiciones bajo el cual se licitó la obra incluye un “protocolo de seguridad ante presencia de cocodrilos”.
En el documento se detalla, que el contratista deberá contar con al menos un profesional en Biología y establecer una serie de condiciones a fin de evitar riesgos entre los trabajadores.
El profesional, a su vez debe contar con una cuadrilla de al menos dos “monitores” que serán personas capacitadas en manejo de vida silvestre.
Antes del inicio del proyecto, deben realizar una revisión del área para identificar los sitios donde pernoctan los cocodrilos y sitios de anidación dentro o cerca del área del proyecto, los cuales se deben identificar, marcar y monitorear, además se debe elaborar e implementar un protocolo de cómo realizar los trabajos en cada una de esas zonas.
También se deben colocar estructuras de cerramiento en los frentes de trabajo activos para proteger al personal, que eviten el traspaso de los cocodrilos.
Los monitores serán los encargados de revisar el frente de trabajo para descartar la presencia de los reptiles previo a la entrada de personal, además mantener la vigilancia durante las actividades y alertar en caso de avistamiento y se aclara que estas personas no podrán herir o atacar a los cocodrilos. La intención, añade el documento es impactar lo menos posible el hábitat de estos animales.