EscucharEl grupo estudiantil detrás de la toma del edificio de la Facultad de Artes de la Universidad de Costa Rica (UCR) se pronunció este jueves, para explicar la medida de presión realizada la noche anterior en el campus Rodrigo Facio Brenes, ubicado en San Pedro de Montes de Oca.
La Asamblea Autónoma de Artes Plásticas señaló, mediante un comunicado de prensa, que la manifestación no se trata únicamente de una denuncia sobre las “deplorables condiciones” de la infraestructura, sino también de visibilizar el “abandono institucionalizado hacia el sector de las artes dentro de la Universidad de Costa Rica”.
“La toma de este espacio no es una ocurrencia sin precedentes, es parte de una lucha cuya data excede ya los nueve años y es un recurso para visibilizar la urgencia de nuestra petición por oficializar y ampliar el presupuesto para el reacondicionamiento del antiguo edificio de la Facultad de Ingeniería (hoy Artes)”, indica el documento enviado a la prensa.
La agrupación estudiantil afirmó que entre las motivaciones del movimiento también se incluye el malestar existente en el sector cultural a nivel nacional, como resultado de las “históricas políticas recortistas” dirigidas a este campo.
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Deficiencias estructurales
Según la Asamblea, el edificio, diseñado originalmente para albergar a 125 estudiantes, actualmente debe dar espacio a más de 1.150 personas matriculadas, situación que, de acuerdo con ellos, genera un hacinamiento alarmante.
El grupo estudiantil también señaló la existencia de huecos en techos y paredes, goteras que provocarían inundaciones en zonas con riesgo de electrocución, y plagas de pulgas derivadas, según indican, de la abundancia de mapaches que habitan el edificio.
Además, advirtieron sobre la falta de salidas de emergencia en un espacio pequeño que recibe a cientos de personas diariamente, lo que representa, según su versión, un serio riesgo para la seguridad.
También mencionaron que la carencia de aulas suficientes obliga a que algunas clases se realicen de forma virtual, aunque estas deberían ser presenciales para garantizar el aprendizaje práctico, indispensable en las artes plásticas como disciplina profesional.
Destacaron que, en 2016, se asignó a los estudiantes el edificio de la antigua Facultad de Ingeniería, una construcción de 1954 que, según su denuncia, ya había cumplido su vida útil al ser abandonada por esa facultad. Sin embargo, indicaron que, tras casi una década, el proyecto de remodelación y adecuación de la estructura no ha avanzado, mientras las condiciones de los estudiantes continúan deteriorándose.
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La Rectoría de la UCR informó la noche del miércoles que para este 2025, se presupuestaron ¢3.000 millones a fin de avanzar en las obras necesarias para mejorar las condiciones de la unidad académica y que otros ¢2.000 millones, para completar los trabajos, serían incluidos en el plan de gastos del próximo año.
No obstante, los estudiantes calificaron de “inadmisible” la segmentación de las labores.
“La Facultad de Artes no va a aceptar seguir recibiendo migajas. La formalización y ampliación del presupuesto es indispensable para garantizar una ejecución exitosa e integral del proyecto, sin que se corra el riesgo de un incumplimiento con la calidad y los plazos de la entrega”, advirtieron.
La Asamblea advirtió que no participará en reuniones en las que las promesas no se traduzcan “en actas firmadas ni en obras realizadas”.
Insistieron en que se materialice un compromiso real que incluya una ruta de ejecución con plazos definidos, responsabilidades administrativas claras y el presupuesto adecuado para llevar a cabo un proyecto que, según denuncian, lleva pendiente casi una década.
