El Programa de Afectividad y Sexualidad Integral fue eliminado por el Ministerio de Educación Pública (MEP) para ser sustituido por el Programa de Estudio de Educación para la Paz y la Convivencia, cuyos contenidos aún no han trascendido.
Las críticas de la sustitución no se hicieron esperar desde distintos sectores que incluyen especialistas en niñez y adolescencia, investigadores en educación, universidades y exministros de educación.
Sin embargo, ¿cuáles eran los contenidos que se impartían?
“Hay que desmitificar algunas cosas. Se ha dicho en conferencias de prensa y en declaraciones de la señora ministra (exministra Anna Katharina Müller) que hay capacitaciones que se les dan a los niños que responden a actos que ellos calificaron como indecentes y demás. Yo lo primero que tendría que decir es que los programas no atienden a primaria”, advirtió Karla Salguero, exviceministra académica.
Salguero recordó que el plan de estudios abarca tercer y cuarto ciclo, es decir, estudiantes de colegio. Para el tercer ciclo (sétimo, octavo y noveno año), los contenidos eran parte de la materia de Ciencias e impartidos por el profesor de esa asignatura. En décimo ya había una materia específica de Afectividad y Sexualidad, que se abordaba con un docente de Psicología.
Salguero fue enfática en que los textos del programa a los que autoridades de gobierno hicieron referencia no eran utilizados directamente por los colegiales.
“Está escrito para personas adultas que deben conocer las orientaciones para dar el acto educativo en el aula. (...) Si en el programa hay una serie de ejemplos o de explicaciones pasan más porque es una orientación didáctica para docentes, no significa que todo textual se va a hacer”, puntualizó.
Temáticas en sétimo año
Los criterios de evaluación se dividían en tres categorías:
- Comprender los procesos y cambios biológicos, psicológicos, emocionales y sociales que ocurren en la adolescencia.
- Reconocer el impacto de los procesos y cambios biológicos, psicológicos, emocionales y sociales en su propio desarrollo.
- Valorar las diferentes etapas del desarrollo, características e impactos de la vivencia de la adolescencia en cada persona.
“Se habla de los cambios físicos, pero también de los psicológicos, emocionales y sociales que enfrentan los adolescentes. No solo es ver los cambios sino qué emociones me generan. Y conocer qué esperar del proceso”, expresó Salguero.
- Describir la diversidad de identidades de género, expresiones de género y orientaciones sexuales que forman parte de la sexualidad humana.
- Explicar la importancia de la diversidad sexual y sus expresiones como parte de la vivencia sexual y afectiva de las personas.
- Comprender la necesidad de respetar la diversidad sexual y sus expresiones como parte de la convivencia entre las personas.
"Sí se habla de diversidad de género. No podemos cerrar la mirada a que existen en el aula, no reconocerlas es negar que existen. Hay estudiantes que pueden ser diferentes", dijo la exviceministra.
- Reconocer la vinculación entre la cultura, el ejercicio del poder y la violencia en las redes sociales y afectivas.
- Describir las distintas manifestaciones de violencia y las medidas personales y sociales necesarias para su erradicación, prevención y atención.
- Tomar conciencia de la importancia de la denuncia oportuna ante las manifestaciones de violencia.
“Se habla de la vinculación de la cultura y la violencia en las relaciones sociales afectivas. Eso que puede llevarte a vivir a una relación impropia, a situaciones que me violenten mi cuerpo por no reconocer que esto existe. Existen formas de violencia que están en el entorno y debo tener la posibilidad de identificarlas, pero también de cómo defenderme y de cómo denunciar”, subrayó Salguero.
Programa de octavo año
Los criterios también se dividen en tres categorías, con tres puntos cada una:
- Reconocer la importancia de las relaciones de amistad, de pareja, intergeneracionales y comunitarias para el desarrollo personal y social.
- Establecer estrategias para el mantenimiento de las relaciones de amistad, de pareja, intergeneracionales y comunitarias que aporten al desarrollo personal y social.
- Valorar las relaciones de amistad, de pareja, intergeneracionales y comunitarias.
“En las aulas hay gente con diferente identidad sexual o de género y no por eso voy a dejar de ser su amigo, aunque haya cambios en su identidad”, aseguró la docente.
- Reconocer los derechos sexuales y derechos reproductivos y sus alcances.
- Describir las brechas existentes en los ámbitos internacionales y nacionales, en la garantía de los derechos sexuales y los derechos reproductivos.
- Valorar la importancia del respeto y de la defensa de los derechos sexuales y reproductivos.
“El docente tiene un programa con una serie de habilidades para desarrollar y realiza el programa con los estudiantes (...) Me preocupa que se vaya a entender que los docentes hacen cosas que son perversas y erotizantes. Tenemos que tener respeto por la labor docente, porque ellos tienen una formación”, afirmó Salguero.
- Reconocer las características y las consecuencias de las relaciones abusivas y violentas entre pares y en pareja.
- Describir señales de alarma y riesgo que permiten la detección de relaciones abusivas y violentas, dentro de las relaciones que establecemos con otras personas.
- Comprender la importancia de la erradicación y prevención de relaciones violentas y abusivas.
“Y aquí es importante ver que no solo hay relaciones abusivas en las relaciones impropias, también pueden darse entre personas de la misma edad”, advirtió la experta.
Educación sexual en noveno año
- Comprender los procesos físicos, hormonales y psicológicos involucrados en la respuesta sexual humana y sus correspondientes variaciones según sexo, género, edad y otras condiciones individuales.
- Identificar diversas expresiones de placer que forman parte de la existencia humana y que aportan al bienestar y al desarrollo personal.
- Valorar la importancia del placer sexual, en conjunto con otras experiencias de placer que forman parte de la existencia humana y el bienestar personal.
“Valorar el placer sexual con otras formas de placer. Hay muchas formas de placer que no están vinculadas con la sexualidad. Hay placer en muchas cosas. Esto ya es en noveno año, no en primaria”, aclaró la especialista.
- Reconocer las principales infecciones de transmisión sexual, sus vías de transmisión y prevención.
- Describir los factores que intervienen en una adecuada toma de decisiones para prevenir infecciones de transmisión sexual y embarazos no planeados.
- Valorar la importancia de tomar decisiones para la vivencia de la sexualidad en congruencia con los derechos sexuales, derechos reproductivos y proyectos de vida.
“En noveno año ya muchos tienen actividad sexual. Este es un tema que salta mucho en los credos y dogmas, pero lo importante es que estén informados de los riesgos y tomen decisiones con base en eso”, afirmó la exviceministra.
- Describir las formas de abuso y violencia sexual, que afectan el bienestar personal y comunitario.
- Explicar las implicaciones de las diferentes formas de abuso y violencia sexual en el desarrollo y la salud de las personas.
- Comprender la importancia de la detección, prevención, atención, y denuncia de todas las formas de abuso sexual.
Contenidos en tercer ciclo
Este programa se da en décimo año en los colegios académicos y en undécimo en los técnicos.
- Reconocer el placer y bienestar propio y de la otra persona, como condiciones necesarias para la vivencia plena de las relaciones sexuales, corporales, genitales y coitales.
- Identificar las condiciones necesarias para el establecimiento de relaciones sexuales, corporales, genitales y coitales placenteras y orientadas al bienestar propio y de la otra persona.
- Ser consciente de que las relaciones sexuales, corporales, genitales y coitales deben vivirse de forma tal que aporten al bienestar y desarrollo propio y de las otras personas.
“Es una edad donde existen las relaciones sexuales y necesitamos información fundada en ciencia, en evidencia y que sean conscientes de su responsabilidad y respeto para la otra persona”, advirtió Salguero.
- Reconocer las nuevas masculinidades, las nuevas feminidades y otros cambios culturales necesarios para garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas.
- Identificar las condiciones y características de las relaciones entre pares y en pareja libres de abuso y violencia.
- Estar comprometido con el no ejercicio de las distintas formas de abuso y violencia sexual, así como su prevención, denuncia y erradicación.
“Esa construcción de nuevas masculinidades y feminidades también implica estar comprometidos con la denuncia de las diferentes formas de abuso”, destacó.
- Comprender las responsabilidades de diferentes actores sociales para la garantía del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las personas.
- Identificar los mecanismos de participación e incidencia ciudadana existentes para la exigibilidad, el ejercicio pleno y la defensa de los derechos sexuales y reproductivos.
- Estar comprometidos con el ejercicio de sus derechos y obligaciones ciudadanas en relación con la afectividad y sexualidad, a nivel local, estatal, nacional y global.
“Lo que nos convoca ahora como ciudadanos es la responsabilidad de conocer y leer los documentos de los nuevos programas y tomar de ahí una posición y construir el diálogo con los docentes”, concluyó Salguero.