
Cabinas de telemedicina en las calles del país con doctores que receten a los pacientes e, incluso, impriman la prescripción médica en formato físico. Agricultores con contratos que les proporcionen seguridad jurídica y les certifiquen que todo lo que produzcan se les comprará. Más de 120 tipos de productos distintos en farmacias, supermercados y demás puestos autorizados. Un nuevo mercado de cáñamo para todos los costarricenses.
Esa es la promesa de un grupo de empresarios ticos y paraguayos que apostaron más de $300.000 en los últimos meses para aprovechar la legalización del cáñamo y cannabis medicinal en el país. Sus representantes, Allan Durán y Marcelo Demp, conversaron con La Nación para contar la llegada de una novedosa ola de productos y negocios con posibilidad de generar “bastante empleo”.
Ambos anunciaron el pasado 8 de marzo la compra de un gigantesco contenedor con cientos de productos importados de Paraguay, que se colocarán en las próximas semanas en diversos comercios y que prometen dar unos de los primeros banderazos de salida de este nuevo mercado que comienza a crecer en el país. Indicaron que los derivados ya cuentan con registro sanitario y solo podrán ser adquiridos por adultos.
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Se trata de suplementos alimenticios con CBD (cannabidiol) como gomitas, chocolates, paletas, infusiones de té, mantequillas, aceites, proteína no descortezada y materia prima para desarrollar presentaciones en cerveza y café. Los empresarios dijeron que hasta han establecido alianzas con grandes compañías costarricenses para generar más productos o incluir extractos de CBD en comestibles que ya están en el mercado nacional.
También resaltaron que, como son productos traídos de Paraguay, donde están exentos de impuestos, se venderán con precios 50% menores a los que hay en el mercado tico, en el que la mayoría son importados de Estados Unidos o incluso trasegados de forma ilegal. Todos serán administrados por la empresa Costa Rica Hemp Time, liderada por Durán, con el sello de seguridad de Healthy Grains, compañía que pertenece a Demp.
Estos negociantes también han tenido conversaciones con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para conformar una comisión público-privada que ayude a levantar esta industria en el país. Eso fue lo que sucedió en Paraguay con la Cámara de Cáñamo Industrial, con la que Demp logró generar condiciones de desarrollo para comercializar los productos.
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También, tienen planeado que médicos conocedores de la materia capaciten a doctores ticos que deseen especializarse en el campo, para luego incluirlos en un proyecto de cabinas de telemedicina en las que los costarricenses puedan entrar como si fuera una cabina telefónica en la ciudad, pero para comentar sus dolencias y afectaciones, con el fin de que sean recetados sobre cuáles productores les pueden ayudar.
Una iniciativa más es centrarse en la llamada “agricultura familiar campesina”, con la que buscarán que pequeños productores costarricenses incursionen en este mercado con la seguridad de que no van a tener perdidas y serán acompañados durante todo el proceso para generar una buena producción de materia prima que funcione para generar derivados desde cero en territorio nacional, con sus respectivos contratos legales.
Demp se presenta como promotor y pionero en el desarrollo del cannabis industrial en Paraguay, y señala que ha logrado posicionar a su país como una potencia exportadora en esta industria, por lo que no duda de que podrá traer muchos beneficios para Costa Rica. Por su parte, Durán ha incursionado en este mercado desde hace varios años en territorio tico y su asociación con empresarios paraguayos busca aumentar ese impulso.
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Ambos tienen la idea de ir más allá y colocar a nuestro país como un referente a nivel latinoamericano en el mercado del cáñamo y el cannabis medicinal. Sostienen que las alianzas público-privadas serán determinantes para lograr esta meta. Su propósito no es solo traer productos a Costa Rica, sino también producir aquí desde cero, de la mano de pequeños agricultores, para exportar a otras partes del mundo.
Los negociantes afirmaron que están abiertos a recibir propuestas de más costarricenses que se quieran asociar con ellos para esta tarea y que incluso planean conformar una figura legal o cámara empresarial que les permita aumentar su margen de acción en esta materia.
“Paraguay está impulsando su economía con el cáñamo y está en una etapa de no recaudar impuestos porque es de interés nacional, pero probablemente en algún momento lo va a hacer. Sin embargo, está muy bueno que en esta etapa incipiente no se aproveche del pueblo para generar una promoción económica de productos de una agricultura vulnerable. Todo eso se puede replicar acá en la cadena productiva”, dijo Demp.
“Acercar al país a esta revolución agroindustrial es satisfactorio, porque venimos a ser una nueva opción que proporcionará trabajo y vamos a aprovechar todas las bondades locales que tenemos para exportar. En esta primera etapa, trabajaremos únicamente los productos que traemos directamente de Paraguay, pero prepararemos el terreno para colocar pronto al país como productor”, agregó por su parte Durán.
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