El papa León XIV estuvo Costa Rica en el 2012, cuando fungía como Prior General de la Orden de San Agustín y su visita tuvo como motivo precisamente ver de cerca cómo vivían sus hermanos de la presencia agustina en la región.
El padre Fray Glen Araúz, quien pertenece al Seminario San Agustín de Costa Rica, contó a La Nación que la visita se dio en el marco de su generalicio, pues parte de su labor en ese cargo era encontrarse con las presencias de la orden a la que pertenecen.
En esa oportunidad, también viajó a Honduras para bendecir un convento de la orden que recién se inauguraba en ese país, y además estuvo en El Salvador.

El padre Araúz asegura que aunque durante esas visitas no lo pudo conocer, sí tuvo un encuentro con el papa, tiempo después en España, cuando él era estudiante y en una segunda oportunidad ya siendo sacerdote también pudo tenerlo cerca durante una visita a Roma.
“Siempre nos llama mucho la atención a nosotros el hecho de conocer a nuestro padre general, por el cariño y el afecto que tenemos, pero luego, lo que esta flor de piel que uno percibe de él, es lo mismo que uno vio ahora cuando se asomó a la ventana, es un hombre sencillo, simple, así como se ha presentado, así es él, así lo conocimos nosotros, sonriente y hasta algo tímido“, recordó el sacerdote.
El religioso recordó que cuando lo encontró en España, durante unas jornadas agustinianas, pudo incluso saludarlo e intercambiar brevemente algunas palabras con él.
“Él muy amable, una persona muy atenta, interesado en lo que uno dice y con el deseo de conocer al hermano", agregó.
El padre Glen expresó que también fue de gran significado notar lo conmovido que se veía el sumo pontífice el mediodía de este jueves cuando salió a saludar a los fieles, además destacó lo que representó para ellos que en su primer mensaje haya hecho referencia a la orden al decir: “soy hijo de San Agustín”, sabiendo lo que esto representa.
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“Los tiempos que a San Agustín le tocaron, en los que debió ser obispo no eran fáciles, eran tiempos de mucha división también, de mucha polarización (...) Yo creo que el padre Prevost no solo con su experiencia, sino como heredero, como hijo de ese magisterio de San Agustín, pues tiene en sus manos una gran riqueza que aportará de alguna manera desde su pontificado a la iglesia, lo mejor de la orden”, añadió.

Araúz agregó que como agustinos, la designación de Robert Francis Prevost, representó no solo una sorpresa, sino una enorme alegría, que llega en medio de la nostalgia que dejó la partida de Francisco.
“Sobre todo porque se trata de un religioso que es agustino, pero creo que también hay una cuestión importante, no es un hombre, digamos, de política vaticana, en el sentido de que se ha fraguado una larga carrera vaticana al servicio de la Santa Sede, como sucede con muchos cardenales curiales. El antes de ser obispo, pues fue nuestro prior general, fue la máxima autoridad de nuestra orden lo que le dio la posibilidad, que era parte de su trabajo como general, visitar la orden en sus diversas presencias en África, en Asia, en India, en América, en la misma Europa por lo que conoce de cerca las realidades de cada una”, explicó.
Robert Francis Prevost fue elegido este jueves 8 de mayo de 2025 como el papa número 267 y eligió el nombre de León XIV.
Prevost tiene 69 años, nació en Estados Unidos y se convirtió en el segundo pontífice originario del continente americano, además es primero perteneciente a la Orden de San Agustín.