Luego de un proceso de cuatro años, el Tribunal Contencioso Administrativo condenó a la Universidad de Costa Rica (UCR) a pagar ¢20 millones por el daño moral causado al artista Miguel Casafont Broutin, al tapar con un edificio el mural que realizó el pintor en 1995 en la fachada de la Escuela de Artes Musicales en el campus Rodrigo Facio, en San Pedro de Montes de Oca. La sentencia fue emitida el 22 de abril.
Según el fallo 042-2022-IV, notificado esta semana al demandante y a su abogado, Ricardo Murillo, “se acreditó un menoscabo en el derecho moral” por haberse alterado el entorno de la obra, impidiendo su legibilidad y visualización, “por lo que se estima que sí se está en presencia de un daño moral”. La Universidad también deberá pagar los costos del proceso.
Murillo explicó que en este caso lo que se dio fue un daño moral subjetivo. “Los derechos de autor se dividen en el patrimonial y el moral. Este último también se divide en dos: el objetivo y el subjetivo. El objetivo es como yo percibo como me ven los terceros y el subjetivo es como yo me siento, ya sea triste, afligido, golpeado o completamente desmoralizado, que eso fue parte de lo que los jueces entendieron y ahí radica la condena”, dijo.
La Nación tuvo acceso al monto de la condena, a pesar de que el abogado lo mantuvo en reserva. “Se trató de una demanda millonaria pero de menos de ¢100 millones”, dijo.
Se intentó conversar este lunes con Casafont, quien también labora como catedrático de la UCR, pero no respondió a las llamadas.
Como parte del proceso de ejecución de la sentencia, la parte ganadora pedirá que se incorpore el pago que corresponde en el presupuesto de la UCR.
Ante consultas de este diario, la Universidad contestó que en la Vicerrectoría de Administración y en la Escuela de Música “aún no se tiene información oficial”. La solicitud de información fue remitida a la Oficina Jurídica y se está a la espera de la respuesta.
El mural
El mural mide 2.920 metros cuadrados y el artista lo dio en donación a la UCR hace 27 años, cuando fue valorado en unos ¢600 millones. Fue en 2019, cuando el artista decidió demandar a la casa de enseñanza por construir un edificio que tapa la visibilidad del mural, el cual es de arte cinético, es decir, que requiere cierta distancia para apreciarse. “Yo soy el dueño de la pintura y ellos no me pidieron permiso a mí”, dijo en aquel momento.
Según Murillo, la UCR alegó que nunca se tocó la obra, pero el problema fue ponerle un edificio en frente, porque la pintura necesita al menos unos 40 metros de espacio alrededor para poder apreciarla. Además, afirmó que el fallo es histórico.
“Es la primera sentencia que hay a nivel nacional de este tipo de resarcimiento por tema de daño moral subjetivo para un artista en un tema de arte”, declaró el defensor, del bufete RJM Abogados.
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Por último, el representante legal aseguró que si la Universidad necesitara hacerle modificaciones o arreglos a la fachada de la Escuela de Artes Musicales, lo único que debe solicitar es el permiso de Casafont. “La fachada es de la UCR, esa fue una donación de parte de Miguel, pero los derechos de autor son irrenunciables e imprescriptibles, son de por vida. Ya se han hecho arreglos, pero bajo la supervisión de Miguel”, expresó.