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Los escolares ticos empeoraron su nivel de comprensión de lectura y capacidad para resolver ejercicios numéricos, durante el periodo 2006-2013.
Es decir, tienen la capacidad de leer un párrafo, pero sin comprender lo que dice, ni inferir ideas ni seguir instrucciones.
La deficiencia en la calidad de educación primaria de Costa Rica la anota el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce) de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas (Unesco).
El informe compara los resultados de 15 países de América Latina en educación primaria y hace una evaluación respecto a las calificaciones que se obtuvieron en el 2006, con el Segundo Estudio Regional Comparativo (Serce).
El estudio evalúa capacidades de lectura, escritura y ejercicios numéricos en estudiantes de tercero y sexto grados. En todas esas áreas, Costa Rica bajó su rendimiento en un periodo de ocho años, excepto en Matemáticas de tercer grado.
“Preocupa que no hayamos mejorado en ocho años. Hay que usar esos datos para tomar mejores decisiones, hacer revisiones de los programas de estudio y hacer los cambios que sean necesarios”, manifestó la ministra de Educación, Sonia Marta Mora.
Errores. La falta de capacitación de los profesores apunta a ser uno de los factores que influye en el bajo rendimiento de los estudiantes. Sin embargo, las razones asociadas a estos resultados se presentarán en abril del 2015.
“Don Leonardo Garnier (exministro de Educación) metió al país en estas pruebas, pero no utilizó sus resultados para hacer mejoras. No usar la evaluación es como ir al médico, tener un mal diagnóstico y quedarse sin hacer nada”, afirmó Félix Barrantes, director de Calidad del MEP.
El exministro Garnier planteó una reforma al nuevo programa del Ministerio de Educación Pública (MEP) para enseñar a leer y escribir en primer grado.
No obstante, la falta de calificaciones para evaluar el dominio en lectura y escritura es lo que más preocupa a los educadores. Para ellos, la ausencia de notas se traduce en nulo apoyo de los padres de familia y en un proceso de enseñanza más lento.
Con el nuevo plan, que arrancó este año, el niño aprueba el curso, aunque no sepa leer.
“Creo que se dio un paso adelante, pero no fue suficiente. Las pruebas fueron útiles en la reforma, creo que sí hubo avance y las mejoras se verán dentro de unos años. Los efectos de un cambio en un programa no se ven de forma inmediata”, dijo el exministro Leonardo Garnier.
En un sondeo que hizo La Nación, los maestros resienten la escasa capacitación que reciben para aplicar los nuevos programas de Español y Matemáticas.
“Hacen cambios drásticos y los últimos en enterarnos de cómo aplicarlos somos los profesores. Esto es un retroceso”, dijo Giselle Ulloa, maestra en la Escuela República de Haití, en San José.
En la prueba participaron 203 centros educativos ticos, 3.609 estudiantes de tercer grado y 3.626 de sexto grado.
