Los estudiantes del Colegio Técnico Profesional (CTP) de Pacayas en Alvarado de Cartago, hablan con entusiasmo de las carreras que cursan a pesar de las congojas por el mal estado de las instalaciones donde reciben los cursos. Hay problemas en cielorraso, pisos y, cuando llueve, hasta en las ventanas. Los pupitres también están muy gastados.
El director del centro educativo, Mario González, dice que hay áreas que han sido sobreutilizadas, como la antigua casa del director que ahora es un laboratorio de Turismo.
“En infraestructura no estamos bien, desde el 2016 nos hicieron un estudio de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE) en la que determinaron que había muchas falencias de la planta física, de hecho hay sistemas constructivos dentro del CTP que no concuerdan con normas de seguridad y otros aulas que se construyeron que más bien la misma Dirección dice que hay que demoler”, declaró González a La Nación.
A pesar de la situación, los alumnos no dejan de llegar. Actualmente hay 1.278 jóvenes, divididos entre el sistema diurno, vocacional y nocturno. Es uno de los CTP con sobrepoblación.
“Cuando no hay buena infraestructura repercute en la capacidad de adquisición de conocimientos; si la infraestructura fuera mejor los estudiantes tal vez disfrutarían la educación, con una infraestructura como esta la pasamos bastante mal, los chicos y los profesionales”, afirmó el funcionario.
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Drones, ganadería y emprendedurismo
En el CTP de Pacayas se especializan en la modalidad agropecuaria y las especialidades que imparten son escasas en el país. Solo se ofrecen en Turrialba, Desamparados y San Carlos.
Entre esas están Agroecología, Agroindustria alimentaria, Turismo y Turismo de operaciones de empresas de alojamiento.
David Brenes es profesor de la especialidad agropecuaria explicó que sus estudiantes aprenden a producir en el campo y a trabajar en áreas pecuarias relacionadas con cultivos o animales.
Mientras Brenes relataba su materia, sus alumnos volaban un dron en la cancha del colegio.
“Como sabemos, la agricultura en los últimos años es una tendencia a la modernización, sabemos que muchas fincas utilizan equipos de precisión para hacer mediciones de suelos, determinar faltantes de nutrientes en los suelos, plagas, entonces queremos que ellos (estudiantes) aprendan a utilizar estos equipos”, dijo Brenes en referencia a los drones.
Omar Córdoba, uno de los alumnos que utilizaba el equipo, resaltó la importancia de aprender no solo de manera teórica.
“Ahora tenemos el privilegio de tener el dron del colegio, que es una herramienta que nos brinda muchas cosas, porque todo se ha modernizado mucho y esto nos facilita a nosotros entender mejor la carrera y tener las bases para trabajar”, indicó el estudiante.
En otro sector del colegio se encuentra la lechería, un vivero, una porqueriza y una cabreriza, que los estudiantes utilizan para poner en práctica sus conocimientos.
El CTP de Pacayas tiene vacas de raza jersey, las mejores en producción de leche; los encargados de ordeñarlas son los mismos estudiantes, quienes luego pasan a la planta piloto del colegio para utilizar la leche y hacer quesos que el colegio vende bajo la marca “DelCole”.
“Aquí los muchachos practican. Hacemos de todo, jugos, néctares, mermeladas, encurtidos, salsas”, relató el docente Alvin Montenegro.
En la parte de lácteos, también preparan natilla, yogurt y pronto harán helados. Estos productos se venden y con eso se autofinancian.
“El colegio brinda esa facilidad de tener un título de más para agregarlo en el currículum y permite seguir estudiando a nivel universitario lo que ya tenía, además de una buena inserción en el campo laboral a una temprana edad”, declaró Diego Ramírez, estudiante de duodécimo año de la especialidad de Agroindustria con Tecnología Pecuaria.
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