Desde el pasado lunes 6 de octubre, la cédula de identidad costarricense presenta un nuevo diseño físico, como parte de un proceso de modernización impulsado por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
La institución informó que busca fortalecer la seguridad en la identificación ciudadana, acelerar los trámites y garantizar mayor protección de los datos personales.
El nuevo formato no cambia el tamaño ni la vigencia del documento. Continúa teniendo una duración de 10 años y mantiene las dimensiones estipuladas por la norma ISO 7810 ID-1: 85,60 milímetros por 53,98 milímetros.
Entre los cambios principales se encuentra la eliminación de los nombres del padre y la madre, así como del domicilio electoral.
También se implementó tecnología MRZ (Zona de Lectura Mecánica) en sustitución del tradicional código de barras. Este nuevo sistema facilita la verificación automática de la identidad.
El material de fabricación también fue renovado. Ahora, la cédula utiliza policarbonato con grabado láser a color, lo cual brinda mayor durabilidad.
Se añadieron elementos de seguridad física como texto en relieve, líneas discontinuas, microtexto y componentes visibles solo con luz ultravioleta.
Una de las inclusiones destacadas es la presencia de las siglas “TSE” en braille, ubicadas en el anverso del documento, para mejorar la accesibilidad.
Además, se incorporó una foto secundaria de menor tamaño, posicionada junto a la imagen principal, conforme a los estándares de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO).
El TSE aclaró que no será necesario cambiar la cédula si se encuentra vigente y en buen estado. Ambas versiones del documento serán igualmente válidas.
Además, el documento físico seguirá entregándose sin costo para el usuario, siempre que no se exceda el límite de una reposición por año.