Cuatro capibaras, incluido un trío de crías, fueron trasladados este viernes a su recinto definitivo en el refugio Rescate Wildlife Rescue Zoo Ave, en La Garita de Alajuela.
A partir de ahora, comenzará una nueva dinámica de exposición al público por el resto de sus vidas.
Isabel Hagnauer, médica veterinaria del refugio, explicó que los capibaras concluyeron exitosamente su cuarentena, después de ser decomisados en una operación policial el pasado 22 de mayo.
Llegaron al refugio en estado de estrés, desorientados y sin sus padres. Uno de los cinco ejemplares, el macho, no logró sobrevivir debido al maltrato previo a su rescate.
Hagnauer indicó que en este momento están en proceso de adaptación a su nuevo recinto.
“Los capibaras han subido de peso y aceptado muy bien la dieta, pero ahora tienen que acostumbrarse a su nuevo recinto”, indicó.
La vocera agregó que el refugio permanece a la espera de la conclusión de los trámites administrativos ante el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) para que las personas puedan ir a conocerlos.
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La previsión es que esta etapa concluya pronto y, en los primeros días de julio, puedan ser observados por los visitantes.
“Es importante decir que, si bien todos desean conocerlos, estos animales son víctimas del tráfico ilegal de vida silvestre y Costa Rica no es la excepción”, recalcó.
Este nuevo espacio —amplio, abierto, con lago, cueva de refugio y una jaula de contención para atención médica— responde a las características naturales de la especie (Hydrochoerus hydrochaeris), que no habita en zonas boscosas, sino en campos abiertos.
La vocera reiteró que no es posible devolver a estos animales a su hábitat original ni liberarlos en el país por ser una especie exótica.
Por ello, estarán en cautiverio por el resto de su vida, siendo importante que, lo antes posible, tengan exposición a las personas.
El hallazgo de estos capibaras sorprendió a las autoridades en mayo: eran un macho, una hembra y las tres crías transportadas ilegalmente junto a 60 dosis de crack, marihuana, espuelas plásticas y dos armas blancas.
Los dos sujetos detenidos, con amplio historial delictivo, enfrentan desde entonces cargos no solo por delitos relacionados con drogas y armas, sino también por lo que sería el primer caso documentado de tráfico ilegal de capibaras en Costa Rica.
Estos animales no son nativos del país. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la capibara (Hydrochoerus hydrochaeris) habita de forma natural en Sudamérica, en países como Brasil, Colombia, Venezuela y Argentina.
Se trata de un animal semiacuático, social y herbívoro, que puede alcanzar más de un metro de longitud y pesar hasta 65 kilogramos.