La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) pidió a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) rechazar componentes “desproporcionados” e “innecesarios” de recientes pedidos de alza del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) los cuales se traducirían en casi 40% más de costo por el servicio.
La oposición de la CICR se centra, entre otros aspectos, en gastos no esenciales.
En Costa Rica, el ICE atendía a casi 900.000 abonados a junio de este año, eso representa casi 56% de servicios eléctricos (viviendas con cobertura) en Costa Rica; según datos de la Aresep.
Los industriales citan particularmente la creación de 119 nuevas plazas que implicarían ¢2.932 millones en salarios, un incremento en remuneraciones del personal y cuestionó la continuidad de una metodología de revaluación de activos del ICE, que, según la Cámara, distorsionan el costo real de la electricidad y amenazan la competitividad del país.
Así lo planteó el grupo en su oficio PR-026-2025 de este 27 de octubre dirigido al regulador general, Eric Bogantes Cabezas. La Nación consultó al regulador sobre los señalamientos.
El funcionario adujo que estaba en una reunión por la mañana, pero adelantó que iba a referirse a los cuestionamientos lanzados al concluir la cita.
Los industriales argumentan que los incrementos proyectados en los gastos de personal y administrativos del ICE no se justifican por una expansión proporcional del servicio, contraviniendo el artículo 32 de la Ley de Aresep que prohíbe aceptar “erogaciones innecesarias o ajenas a la prestación del servicio público” y “gastos de operación desproporcionados”.
Para el sistema de Generación (Expediente tarifario ET-061-2025), el ICE busca financiar 60 plazas nuevas (33 para hidroclimatología y 27 para ingeniería) con un costo de ¢2.278,26 millones.
En el sistema de Distribución (Expediente tarifario ET-063-2025), el rubro de Personal en Operación y Mantenimiento (O&M) es el principal determinante del crecimiento, con un aumento del 13,5%.
Según la Cámara, el ICE intenta justificar la incorporación de 59 nuevas plazas con un costo de ¢654,5 millones; sin embargo, para la CICR no hay evidencia que demuestre que estas incorporaciones generen mejoras medibles en la eficiencia o calidad del suministro.
La Cámara indica que el aumento en plazas nuevas en ambas áreas carece de métricas que demuestren su proporcionalidad y necesidad, ya que no derivan de una expansión de la capacidad instalada.
Adicionalmente, advierte la Cámara, el ICE pretende el reconocimiento de ¢29.093 millones por concepto de remuneraciones, lo que representa un incremento de ¢5.752 millones respecto a 2025.
La CICR pide a Aresep excluir estos incrementos de los costos si no existe evidencia técnica o económica que demuestre su necesidad y proporcionalidad.
Depreciación de activos y tipo de cambio
Otro punto clave en la oposición es la metodología con que el ICE calcula las depreciaciones y amortizaciones, un rubro que para el sistema de Generación suma ¢101.159 millones en la propuesta 2026.
“De mantenerse este modelo, los usuarios seguirán financiando la depreciación y el rédito de activos ya recuperados, trasladando a la tarifa un costo contable sin contraprestación real, lo que distorsiona el precio de la electricidad”
Esa depreciación prevista en 2026 (¢101.159 millones), señalan, sigue calculándose sobre una base inflada por revaluaciones, lo que mantiene vigente la distorsión tarifaria denunciada desde el informe IN-0158-IE-2020 de la propia Aresep, advierte el oficio al regulador general.
La Cámara recordó a la Aresep que, bajo la metodología actual, a un solo activo con costo inicial de ¢27.264,76 millones se le estaría reconociendo vía tarifas una suma total de ¢146.245,22 millones a lo largo de todos sus años de vida útil.
Esto significa que los consumidores pagarían más de cinco veces el valor original del activo y, a criterio de la Cámara, constituye una distorsión tarifaria.
Otra crítica es que la Cámara advierte que, en su solicitud de alza, el ICE utiliza un tipo de cambio proyectado de ¢533,30 para el 2026, el cual sobreestima la cotización actual (inferior a ¢515 en últimos meses) y las proyecciones de estabilidad del Banco Central.
“Este sesgo cambiario infla el valor de la deuda externa en colones, elevando el rédito para el desarrollo solicitado por el ICE, lo cual no guarda coherencia con las condiciones financieras vigentes”, recalca la CICR.
Para los Industriales, estos hallazgos revelan que las solicitudes de tarifas propuestas por el ICE superan con amplitud la inflación y el crecimiento económico proyectado por el Gobierno, configurando luego un aumento real desproporcionado que afectaría directamente a los abonados, la capacidad de competir y la inversión en el sector productivo nacional.
