La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) ya está disponible en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Todo niño de 10 años y niña entre los 10 y los 14 años puede recibirla.
“Pueden acudir a su área de atracción, su Ébáis, su clínica o al sitio más cercano”, explicó Daniela Carvajal Riggioni, directora de la Clínica del Adolescente del Hospital Nacional de Niños.
No es necesario sacar cita. El único requisito es presentar el Carné de Desarrollo Integral, conocido popularmente como el “librito azul”.
La institución dispone de 50.000 dosis para el inicio de la campaña y se espera la llegada de 95.000 vacunas más en las próximas semanas.
Esta vacuna consta de dos dosis. La segunda se administra seis meses después de la primera.
Es importante recordar que desde el año pasado los hombres de diez años también pueden acceder a esta vacuna. Anteriormente estaba reservada solo para las mujeres.
Felipe Granados Chaves, de 10 años, fue el primer niño en vacunarse contra el VPH en el inicio de esta campaña. Su padre, Juan José Granados Muñoz, destacó la importancia de promover la salud desde la infancia mediante la vacunación.
“Como padre de un niño varón, estos procesos de vacunación son de suma importancia, porque estamos fortaleciendo sus defensas para cuando sea mayor y dándole protección contra estos virus”, expresó Granados.
¿Por qué es importante vacunarse contra el papiloma?

El VPH es un virus de transmisión sexual que está vinculado con lesiones precancerosas y cáncer de cérvix, vagina, vulva, pene, ano y orofaringe. También causa verrugas genitales.
El patógeno tiene más de 100 tipos, pero no todos ellos son perjudiciales. La mayoría de las veces el cuerpo lo elimina por sí mismo, pero en ocasiones no es así y la acción del patógeno comienza a desarrollar lesiones que, si no se atienden, podrían terminar en cáncer.
La CCSS usa la vacuna Gardasil 4, de la farmacéutica MSD, que protege contra los tipos 6, 11, 16 y 18 del VPH. Los tipos 16 y 18 son responsables de cerca del 70% de los casos de cáncer de cuello de útero, del 75% al 80% de los tumores anales, del 70% de las lesiones precancerosas de vulva y vagina y del 75% de las lesiones precancerosas del ano. Los tipos 6 y 11 son responsables de aproximadamente el 90% de las verrugas genitales.
Vacunar a los hombres minimiza el riesgo de que, a futuro, puedan transmitirle el virus a sus compañeras sexuales y esto, a su vez, bajará más el riesgo de cáncer en ellas.