En tres años y dos meses, la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha visto desfilar a 30 personas en 31 puestos. Renuncias, destituciones, suspensiones y hasta un caso judicial han marcado una inestabilidad sin precedentes en los últimos años.
Las dos últimas renuncias se dieron la semana anterior, cuando dejaron sus cargos dos representantes del bloque patronal: Rocío Ugalde Bravo y Juan Manuel González Martén. Esto mantiene al grupo sin cuórum estructural para poder sesionar y solo pueden reunirse para abordar temas urgentes.
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De las nueve personas que ingresaron el 8 de mayo de 2022, solo queda una: Martha Rodríguez González, representante de los sindicatos en el bloque de los trabajadores. Ella, sin embargo, estuvo suspendida y debió acudir a la Sala Constitucional para recuperar su lugar. Esta es la única vez en los últimos 27 años en la que solo sobrevive una miembro de la Junta original.
Trece de las personas han permanecido menos de un año.
Este también es el periodo que más presidencias ejecutivas ostenta, con cuatro: Álvaro Chaves Ramos, Marta Esquivel Rodríguez, Laura Ávila Bolaños y Mónica Taylor Hernández. Anteriormente, según los registros de la CCSS, el récord era para el periodo 2002-2006, con tres: Eliseo Vargas García, Horacio Solano Montero y Alberto Sáenz Pacheco.
Antes de esta Junta, la que más miembros había sumado fue la anterior, entre 2018 y 2022, cuando sumó 13 miembros, menos de la mitad.
Además, se tiene la particularidad de que María Isabel Camareno Camareno fue tanto representante de los trabajadores, del 1.° de febrero al 3 de julio de 2023 y luego representante del Estado, del 5 de julio de 2023 al 10 de octubre de 2024, cuando fue suspendida del cargo por la investigación del Caso Barrenador.
Inestabilidad

Uno de los primeros y más importantes periodos de inestabilidad sucedió pocos meses después del inicio de gestiones, en diciembre de 2022. El Consejo de Gobierno suspendió a cinco directivos con el argumento de que a pesar de tener parientes que laboraban en la CCSS, no se abstuvieron de votar el aumento retroactivo de los trabajadores de la institución.
Meses después, la Sala Constitucional restituyó a Martha Rodríguez y a José Luis Loría, quienes interpusieron un recurso de amparo. Posteriormente la Sala también ordenó la reinstalación en el cargo de Carlos Salazar Vargas.
Con la suspensión se vio la necesidad de nombrar nuevos miembros, uno de ellos fue Camareno, pero con la orden de la Sala hubo que revertirlos y por ello hubo cambio de cargos y se aprovechó una vacante en las plazas del Estado. Por esta situación hubo otros dos miembros que estuvieron nombrados solo unos meses.
En setiembre de 2024, se suspendió durante seis meses a la presidenta ejecutiva, Marta Esquivel Rodríguez, y tres directivos más por presuntos actos de corrupción vinculados con el llamado Caso Barrenador, que estaba relacionado con sobreprecios a servicios de salud administrados por cooperativas.
La falta de miembros incluso produjo que no se pudiera sesionar durante casi un mes en 2022 y durante al menos dos semanas en abril de 2024 y durante cinco semanas en noviembre y diciembre de 2024. Y en este momento, por la renuncia de dos miembros que no han sido sustituidos, solo se puede sesionar para temas urgentes. Esto impidió sesiones del 24 de julio y solo pudo ver temas de urgencia el 29 y 31 de julio.
En este momento, la Junta tiene paralizados el análisis de temas clave como el funcionamiento del EDUS y las fallas en el sistema ERP-SAP, que provocaron retrasos en el pago a proveedores y a los subsidios por incapacidad. También se tienen paralizados temas relacionados con trabajadores independientes.
¿Cómo funciona la Junta Directiva de la CCSS?
Esta Junta Directiva es un órgano colegiado en el que participan los tres sectores que aportan a la seguridad social en Costa Rica: Estado, patrono y trabajadores.
Está conformada por nueve personas, tres de cada sector. La Presidencia, así como los otros dos representantes estatales son nombrados por el Consejo de Gobierno.
El sector patronal nombra a sus miembros a través de la Unión de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep). Para ello, realizan asambleas donde escogen a los miembros.
En el sector de los trabajadores hay participantes de los bloques sindical, cooperativista y solidarista.
Para que la Junta pueda sesionar las nueve personas deben estar nombradas. A esto se le denomina cuórum estructural. No importa si uno o más miembros faltan a la sesión, pero cada puesto debe tener una persona asignada.
Además, se debe dar un cuórum funcional en cada sesión: la mayoría debe estar presente para que funcione la Junta. El cuórum no distingue de los sectores, por lo que perfectamente puede faltar un sector completo, por ejemplo, el del Estado.
En situaciones muy calificadas y de necesidad puede recurrirse a una figura de funcionario de hecho, en la que una persona sin ser nombrada oficialmente funge para que pueda darse la sesión. Este fue el caso particular de este martes, cuando se sesionó por urgencia para atender una orden de la Contraloría General de la República (CGR) y para aprobar presupuesto extraordinario; y de este jueves, cuando se vieron informes de auditoría del sistema ERP-SAP.
La Junta sesiona dos veces a la semana: los martes en la tarde y los jueves todo el día. Allí se ven temas decisivos para la seguridad social, como presupuestos, aprobación de programas, cambios en reglamentos, construcción de servicios de salud y contrataciones, entre otros.