Cada diciembre, el país vuelve a un ritual que mezcla ilusión, azar y pequeñas supersticiones cotidianas alrededor del Gordo navideño. Quien compra un número busca señales en sueños, fechas familiares, animales que cruzan el camino o en esa intuición difícil de explicar.
En seis décadas de sorteos, el premio mayor no solo se define por los dígitos que cambiaron vidas, sino también por aquellos que han permanecido ausentes.
Los 51 números que nunca han salido
Para este recuento se revisaron los 65 sorteos del Gordo navideño entre 1960 y 2024. Se extrajeron todas las combinaciones ganadoras del premio mayor y se compararon con la totalidad de los 100 números posibles, de 00 a 99. Con esa base se identificaron cuáles nunca registraron aparición.
Números de un dígito y dos dígitos bajos
1, 2, 5, 10, 11, 12, 13, 14, 18, 21, 22, 23, 24, 26 y 27.
Números intermedios
32, 34, 35, 36, 38, 42, 46, 47, 48, 49, 53, 55, 56, 57, 58, 60, 64, 68 y 69.
Números altos
71, 73, 76, 77, 78, 79, 80, 81, 84, 85, 86, 87, 88, 95, 97, 98 y 99.
¿Qué significa que un número nunca haya salido?
Que un número no haya aparecido en seis décadas no modifica su probabilidad futura de ser favorecido. Cada sorteo parte de cero. En la lotería costarricense, la probabilidad de ganar el premio mayor es de 1 entre 100.000, y esa posibilidad se mantiene intacta para todas las combinaciones, sin importar su historia.
La ausencia de 51 números es, de hecho, estadísticamente esperable en una muestra de 65 sorteos. En procesos aleatorios, las repeticiones y las no apariciones conviven sin implicar destino alguno. Un número que nunca ha salido no está “pendiente”, simplemente no ha coincidido con el azar.
A pesar de esa claridad matemática, la cultura popular construye significados alrededor de los números. En Costa Rica persiste la costumbre de “jugarle a algo”: cumpleaños, aniversarios, sueños o señales inesperadas. También existe la creencia en “números buenos” o “números castigados”, categorías que vienen más de la tradición que de la probabilidad.
El Gordo navideño volverá a repartirse el 14 de diciembre del 2025, con un premio mayor de ¢1.600 millones por entero. La Junta de Protección Social fijó el costo de la fracción en ¢2.000 y del entero en ¢80.000.