
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que su gobierno desmanteló una “gran instalación” en Venezuela presuntamente relacionada con el narcotráfico, como parte de la campaña de su administración contra ese país.
De acuerdo con The New York Times, Trump hizo la declaración durante una entrevista radial el viernes 26 de diciembre, en la que habló de los esfuerzos de Estados Unidos para interrumpir el tráfico de drogas procedente de América Latina. Mencionó la destrucción de una instalación desde la cual operaban embarcaciones vinculadas al narcotráfico.
“Tienen una gran planta o una gran instalación de donde provienen los barcos. Hace dos noches, la eliminamos”, afirmó el mandatario, sin detallar la ubicación exacta ni identificar de manera explícita a Venezuela como el objetivo.
Sin comentarios de las autoridades
Funcionarios estadounidenses indicaron a The New York Times que Trump se refería a una instalación de narcotráfico en Venezuela y que esta habría sido desmantelada.
Sin embargo, ni las autoridades militares ni la Agencia Central de Inteligencia (CIA) proporcionaron información adicional.
Por su parte, la Casa Blanca declinó hacer comentarios.
Hasta el momento, no existe ningún informe público por parte del gobierno venezolano ni de otras autoridades regionales que confirme un ataque de este tipo.
Sería un primer ataque terrestre
Si se llega a confirmar la destrucción, se trataría del primer ataque terrestre conocido desde el inicio de la campaña militar de Trump contra Venezuela.
Trump ha reiterado en semanas recientes su intención de intensificar la presión contra el gobierno de Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos acusa de vínculos con el narcotráfico. En ese marco, el mandatario ha reconocido públicamente que autorizó a la CIA a planificar operaciones dentro de Venezuela.
Estados Unidos ha llevado a cabo desde septiembre ataques militares contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico que, según Washington, transportaban cocaína. Como resultado, 105 personas han fallecido.
Estas operaciones han sido criticadas por organizaciones y analistas, mientras el gobierno estadounidense sostiene que forman parte de un conflicto contra lo que denomina “narcoterroristas”.
