
El juicio histórico a Jair Bolsonaro llegó este jueves en la recta final. Con tres de cinco votos afirmativos, el tribunal supremo de Brasil logró mayoría para condenar al expresidente por su intento de golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva.
El líder de extrema derecha, de 70 años, puede enfrentar más de 40 años de prisión si el tribunal supremo dictamina que lideró una organización criminal armada para aferrarse al poder tras perder las elecciones de 2022 contra su rival Luiz Inácio Lula da Silva.
La jueza Cármen Lucía Antunes Rocha votó por una condena por el cargo de organización criminal, mientras restan otros cargos por votar. Con la votación 3 a 1, para que el supremo adopte formalmente esa decisión, todavía debe votar además el quinto magistrado del caso.
Bolsonaro, en casa
Bolsonaro, un excapitán del ejército en arresto domiciliario desde agosto, no participa en las audiencias en el tribunal en Brasilia al alegar problemas de salud.
De polo verde y pantalón negro, Bolsonaro se hallaba este jueves junto a su cuñado Eduardo Torres en el patio frente a su casa en Brasilia antes del inicio de la sesión, constató un periodista de la AFP.
Tras obtener autorización judicial, el expresidente tiene previsto someterse a un procedimiento médico menor en un hospital de la capital el domingo, cuando ya podría ser objeto de una condena.
El exmandatario, que gobernó Brasil desde 2019 a 2022, está acusado junto a otros siete excolaboradores, entre ellos exministros y jefes militares, de haber conspirado durante meses para dar un golpe de Estado.
La trama golpista, que habría incluido un plan para asesinar a Lula, no se habría ejecutado por falta de apoyo de la cúpula militar.

¿Amnistía?
“Brasil casi volvió a una dictadura”, dijo el juez relator del caso, Alexandre de Moraes, blanco también del presunto plan de asesinato.
Moraes votó por una condena, así como el juez Flávio Dino, exministro de Lula.
Dino advirtió además que los crímenes juzgados no son susceptibles de una amnistía, en momentos en que el bolsonarismo empuja por un perdón legislativo a su líder si resulta condenado.
A contracorriente de sus colegas, Luiz Fux estimó que el tribunal no era competente para juzgar a un expresidente y adujo una falta de pruebas para condenar a Bolsonaro.
El juicio se desarrolla en medio de presiones sobre Brasil del presidente estadounidense Donald Trump, que aplicó aranceles punitivos a productos brasileños bajo el argumento de que existe una “caza de brujas” contra su aliado Bolsonaro.