
París, Francia. El gigante asiático de la moda online Shein inauguró este miércoles en París su primera tienda permanente en el mundo, en medio de un amplio operativo policial y protestas de activistas, mientras enfrenta investigaciones judiciales por admitir que hasta hace unos días vendía muñecas sexuales con apariencia infantil en su plataforma digital.
El nuevo local de Shein ocupa el sexto piso de los grandes almacenes BHV, en pleno centro de la capital francesa.
Desde horas antes de la apertura, cientos de personas hacían fila para ingresar, entre curiosos y clientes leales a la marca.
LEA MÁS: Shein prohíbe las muñecas sexuales tras amenaza de Francia
“Los tiempos han cambiado, las generaciones han cambiado”, dijo Mohamed Joullanar, estudiante marroquí de 30 años. “Nunca había pensado en venir al BHV, era un lugar caro. Pero ahora, gracias a Shein, estoy aquí”.
Fuera del edificio, manifestantes portaban pancartas con mensajes como “Protejan a los niños, no a Shein” y repartían folletos que denunciaban el presunto trabajo forzado, la contaminación ambiental y la sobreproducción asociadas al modelo de moda ultrarrápida de la compañía.
La polémica creció días antes de la inauguración, cuando la Fiscalía de París anunció la apertura de investigaciones contra Shein y otras plataformas, entre ellas AliExpress, Temu y Wish, por la presunta “difusión de mensajes pornográficos o contrarios a la dignidad accesibles a menores”.
Medios locales difundieron imágenes de una de las muñecas vendidas en la web de Shein, de unos 80 centímetros de altura, con un aspecto infantil y un pie de foto de carácter sexual.
En respuesta, la empresa —fundada en China en 2012 y actualmente con sede en Singapur— prometió cooperar plenamente con las autoridades y prohibió la venta de todas las muñecas sexuales.

Su portavoz en Francia, Quentin Ruffat, atribuyó lo sucedido a “un mal funcionamiento interno” en los procesos de control.
Por su parte, Frédéric Merlin, director de la compañía SGM, que opera los almacenes BHV, reconoció que consideró cancelar la asociación con Shein tras el escándalo, aunque finalmente decidió continuar.
“Shein tiene 25 millones de clientes en Francia”, dijo a los medios locales BFMTV y RMC, y calificó la polémica de “hipocresía general”.
El vertiginoso crecimiento de Shein ha desatado preocupación entre las empresas tradicionales de moda, que temen una pérdida de empleos y el cierre de tiendas ante la competencia de la marca asiática.
Además de su nueva tienda en París, Shein planea abrir cinco locales adicionales en ciudades como Dijon, Grenoble y Reims, como parte de su expansión en Francia.
