
Washington. Por primera vez en semanas, la actividad en el Senado parece indicar un avance en las negociaciones entre los republicanos del presidente Donald Trump y los demócratas de la oposición para encontrar una salida al que ya es el cierre gubernamental más largo en la historia del país.
Esta perspectiva de resolución surge en un momento en que el caos en los aeropuertos se ha convertido en el foco principal de la batalla política por el presupuesto, con cada partido intentando culpar al otro de los trastornos que afectan a los pasajeros en todo el país.
Sin embargo, puede no ser tan fácil. Incluso si el Senado votara este domingo para acabar el cierre, la apertura no se daría de inmediato. La medida todavía tiene que debatirse y aprobarse en el propio Senado, y luego ir a la Casa Blanca.
La presión sobre los legisladores para que lleguen a un acuerdo sobre una salida a la crisis ha ido en aumento y parecía estar dando algunos frutos el domingo.
Un acuerdo está “cada vez más cerca”, declaró a la prensa el líder de la mayoría en el Senado, John Thune.
“Después de 40 días (de estancamiento), el Senado está mostrando señales reales de progreso”, explicó también el representante demócrata Henry Cuellar en X, en alusión a un “grupo de senadores de ambos partidos” que acordaron destinar fondos al gobierno federal “hasta enero”.
“Este es el paso más significativo hacia un compromiso en semanas”, añadió.
El Senado podría votar sobre el tema tan pronto como este domingo por la noche.
Pero la aprobación, que aún no está garantizada, no asegura el fin de la parálisis, ya que el proyecto de ley tendría que pasar a la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana es muy reducida.
Afectaciones con el cierre de gobierno

Para el domingo por la noche, el número de cancelaciones de vuelos había superado los 2.300, con más de 8.000 retrasos, según datos de la plataforma de seguimiento FlightAware.
Desde el viernes, la Administración Federal de Aviación (FAA), el regulador del transporte aéreo estadounidense ha estado solicitando a las aerolíneas que reduzcan gradualmente sus vuelos nacionales para aliviar la presión sobre los controladores de tráfico aéreo, que trabajan sin paga.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió en Fox News que el tráfico aéreo se reducirá drásticamente si no hay acuerdo sobre el presupuesto, cuando queda poco para el feriado de Acción de Gracias a finales de noviembre. Ese fin de semana también da inicio a la temporada de compras navideñas de la que dependen muchos minoristas.
“Vamos a ver a muy pocos de los controladores de tráfico aéreo viniendo a trabajar, lo que significa que habrá pocos vuelos despegando y aterrizando”, dijo.
El bloqueo presupuestario también está afectando al programa federal de asistencia alimentaria, que apoya mensualmente a 42 millones de estadounidenses (uno de cada ocho).
La falta de pago debido al cierre del gobierno es objeto de un proceso judicial, pero mientras tanto, miles de beneficiarios se encuentran sumidos en la incertidumbre.
