
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusa a Nicolás Maduro de ser el líder del “Cártel de los Soles”, convirtiéndolo en un objetivo militar junto con líderes de su gobierno. Con esa premisa, el ejército estadounidense ha ejercido presión militar desde hace varias semanas en el Caribe, la cual tiene a Venezuela en alta tensión y movilización de milicias.
La agencia AFP informa de que Estados Unidos ha matado al menos a 21 presuntos narcotraficantes en cuatro ataques a embarcaciones en el Caribe desde agosto.
Según Carlos Murillo, analista político y profesor de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA), el primer objetivo del presidente estadounidense, Donald Trump, detrás del despliegue militar, es evitar la salida de la supuesta droga a bordo de las lanchas de Venezuela hacia Estados Unidos.
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Trump quiere evitar el ingreso del dinero de lavado porque es uno de los factores fundamentales que mantiene al Cártel de los Soles y a la economía venezolana. También busca desmantelar el cártel, convirtiendo a Maduro en un líder narco, más que en el presidente de Venezuela.
“Parece que Trump lo quiere detener vivo para seguirle un proceso en Estados Unidos, lo que sería un ejemplo para el resto del mundo” añadió Murillo.
Eventualmente, Estados Unidos podría llegar incluso a dar el paso de invadir Venezuela para capturar a Maduro, como hizo en Panamá para detener a Manuel Noriega en 1989. Sin embargo, “la intervención, aunque sea especializada y muy profesional, como las que hace Estados Unidos, en la mayoría de las ocasiones, siempre puede generar bajas y eso tampoco le conviene a la administración Trump”.
Otro escenario probable sería que otros países caribeños que están de acuerdo con el despliegue militar coordinen con Estados Unidos para detener a Maduro.
Los buques de Estados Unidos están fuera de las aguas territoriales de Venezuela, de acuerdo con la regla del mar territorial de 12 millas náuticas. “En eso se van a cuidar mucho las naves estadounidenses de no atacar ni cometer una agresión dentro de las 12 millas del mar territorial de Venezuela.”
“La desigualdad entre fuerzas armadas es tan enorme que Venezuela no tiene nada que hacer en un combate con los Estados Unidos", opina el académico.
Repercusiones futuras
Las relaciones entre Estados Unidos y México se van a ver afectadas por ser este hogar de grandes cárteles de crimen organizado que también comercian estupefacientes en Norteamérica. Por ahora, no hay grupos de crimen organizado en otros países que estén dentro de la categoría de objetivos militares.
El 30 de setiembre, Trump anunció que Estados Unidos vigilará el paso terrestre de droga en América Latina, lo cual implicaría a México por su posición como país limítrofe.
Según Murillo, “el que más tiene que perder si siguen estas tensiones es Venezuela. Primero, porque deja de recibir dólares del lavado; segundo, porque vive una tensión que afecta la dinámica económica, que ya es muy débil.”
De acuerdo con Murillo, se puede suponer que el gobierno de Maduro entiende que ningún país latinoamericano, salvo Nicaragua y Cuba, cuyas fuerzas son exiguas, apoyaría militarmente a Venezuela en caso de un despliegue más amplio. De momento, aunque continúa la tensión, no hay indicaciones de que Estados Unidos vaya a profundizar esa incursión en el futuro próximo.
