
Yakarta, Indonesia. Sentado delante de un estante vacío en Yakarta, Alfindo Hutagaol degusta carne de perro a la parrilla acompañada de arroz y pimiento, un plato cuyo comercio está ahora prohibido en la capital indonesia.
El vasto archipiélago asiático de Indonesia forma parte de los escasos países que autorizan aún la venta de carne de perro y de gato, pero una campaña que denuncia esta práctica ganó terreno.
Los musulmanes, mayoritarios en Indonesia, no consumen esta carne, que sí goza de popularidad entre ciertas minorías.
Desde el lunes, la venta y el consumo de carne de perro, gato y cualquier animal vector de la rabia está ahora prohibida en Yakarta.
El texto firmado el lunes por el gobernador de Yakarta, Pramono Anung, prevé sin embargo un periodo transitorio de seis meses antes de la aplicación de esta prohibición que genera controversia.
“Esa prohibición no debería existir”, se lamentó Alfindo, de 36 años, interrogado antes del anuncio. “Dios creó (al perro) para ser comido. ¡No se centren solo en los aspectos negativos, tengan en cuenta sus beneficios!”, dijo.
Algunas comunidades están convencidas de que el consumo de carne canina aumenta el número de plaquetas sanguíneas, lo que la convierte en remedio contra el dengue, enfermedad tropical transmitida por los mosquitos.
Para otros, la prohibición no eliminará el comercio de esta carne roja, que es sin embargo más cara que la de res.
“No podemos eliminarla de un día para otro, pues es una tradición”, afirmó a su vez Sunggul Sagala, de 43 años.
Matan a 9.500 perros cada mes
Unos 9.500 perros errantes fueron transportados cada mes a Yakarta para ser sacrificados en 2022, según los cálculos más recientes. Pero ninguna cifra sobre el consumo nacional de carne de perro está disponible por ahora.
La mayoría de los animales abatidos en Yakarta provienen de Java occidental, donde la rabia es endémica, según cálculo de la coalición Dog Meat Free Indonesia (DMFI).
“Es un ejemplo concreto y un verdadero compromiso de parte de las autoridades de Yakarta, ciudad que promueve el bienestar animal”, se congratuló Merry Ferdinandez, miembro de la coalición, tras el anuncio de la medida.
Según una encuesta realizada en 2021 por DMFI, un 93% de los indonesios se opone al comercio de carne de perro y desea su desaparición.
Otra justificación para la prohibición es que Yakarta ya no tiene rabia desde 2004 y forma parte de las 11 provincias indonesias donde la enfermedad fue erradicada.

Precio en alza
La legislación indonesia sobre la alimentación y la cría no prohíbe explícitamente el consumo de carne de perro y de gato, pero según una directiva de 2018 del Ministerio de Agricultura, no es considerada como alimento.
En Semarang, donde ese comercio se prohibió en 2022, un camión que transportaba más de 200 perros destinados al matadero fue interceptado y cinco personas fueron detenidas.
En Yakarta, el refuerzo del control de las autoridades obligó a los comerciantes a vender carne de perro únicamente a una clientela escogida y de confianza, lo que aumentó su precio.
Los restaurantes que proponían antes abiertamente platos con carne de perro ya no lo hacen, y sus propietarios rechazan ahora mencionar ese comercio.
Inclusive antes de entrar en vigor la prohibición, “comprar carne de perro, es como buscar droga”, a causa de la escasez, señala Sunggul.
Ningún plan preciso se ha establecido aun respecto a cual será el destino de los animales no vendidos.
Para Alfindo, si es aplicada, la prohibición podría llevar a algunos a usarlos capturando perros errantes en la calle.
“El gobierno ebería reflexionar dos veces”, advirtió.
