Berlín. Armin Laschet asumió el sábado “la responsabilidad” del fracaso de su bando conservador en las elecciones legislativas alemanas de setiembre y admitió que su partido debe prepararse para entrar en la oposición tras 16 años en el poder.
“La responsabilidad de este resultado me corresponde como líder y candidato a la Cancillería. Soy responsable de la campaña electoral” y de su fracaso, declaró en un congreso de jóvenes democristianos de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) que se celebra en la ciudad de Munster este fin de semana.
"Obtuvimos un resultado amargo" y "nada puede silenciarse", añadió.
En los comicios del 26 de septiembre, la CDU consiguió, con 24,1% de los sufragios, el peor resultado de su historia, situándose segundo detrás de los socialdemócratas.
El viernes, los socialdemócratas, los ecologistas y los liberales sentaron las bases para un nuevo gobierno con un acuerdo preliminar sobre política presupuestaria y europea y sobre el salario mínimo. En las próximas semanas se llevarán acabo más negociaciones que, si llegan a buen puerto, darán lugar a una coalición entre estos tres partidos y el socialdemócrata Olaf Scholz se convertirá en canciller, en reemplazo de Ángela Merkel.
Estas tres formaciones, cuyos programas son muy diferentes, llevan a cabo desde principios de octubre negociaciones preliminares para intentar formar una coalición inédita, la cual excluye a los conservadores. La idea preliminar prevé que no se aumentarán los impuestos y que se mantendrán los límites de endeudamiento público. Además, socialdemócratas, verdes y liberales quieren adelantar el fin del carbón en Alemania del 2038 al 2030.
En sus declaraciones ante los jóvenes, Laschet afirmó que los conservadores tienen que prepararse para situarse en la oposición del Bundestag, un lugar que no ocupaban desde 2005. El líder conservador aseguró que pronto dejaría sus funciones como presidente de la región de Renania del Norte Westfalia, la más poblada de Alemania y gran apoyo de la CDU.