Haití vive una crisis social, política y de seguridad desde el año 2021 cuando fue asesinado el presidente Jovenel Moïse. Este país caribeño no logra controlar la violencia con la que grupos criminales dominan el 70% del territorio y Costa Rica puso en la mesa de la Cumbre Iberoamericana la urgencia de paz que debe imperar en suelo haitiano.
Rodrigo Chaves, presidente costarricense, manifestó en su intervención en la plenaria del cónclave diplomático que lo que sucede en Haití debe ser visto con seriedad “porque ahí no se puede negociar con criminales”.
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“Esta conferencia debe hacer un llamado fuerte y vigoroso a las Naciones Unidas para que se brinde respuesta inmediata a las solicitudes de Haití para que ese país vuelva a tener control, para controlar la violencia que existe en un Estado fallido.
“Hay que apagar el incendio antes de preguntarnos cómo vamos a reconstruir esa casa, no es posponiéndolo ni ignorándolo. Hoy estamos en República Dominicana, en la misma isla donde hay un estado fallido, donde hay violencia y el mundo está volviendo a ver para otro lado. No me parece justo decirle a República Dominicana que envíe fuerzas armadas, esto es una responsabilidad mundial y no la estamos atendiendo”, expresó Chaves.
Presidente dominicano agradecido
Luis Abinader, presidente dominicano, habló después de que Chaves pidiera que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “brinde respuesta inmediata”.

“La única forma de actuar con Haití es pacificar a Haití. Si usted quiere ayudar a Haití, tiene que ir a pacificar a Haití (...), la comunidad internacional no puede permitir que siga esa situación, los que están sufriendo son los pobres haitianos”, dijo.
España también se refirió al tema cuando la delegación llegó a Santo Domingo. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, hizo ver su preocupación por la situación de Haití y reiteró el “compromiso” de España con la búsqueda de una salida a la crisis.
Haití -el país más pobre del continente americano- lleva años sumido en una crisis humanitaria, económica y política exacerbada desde el asesinato de Moïse y acentuada por el auge de la violencia de pandillas.
Más de 500 personas fueron asesinadas por estas bandas solo en el primer trimestre de este año, de acuerdo con Naciones Unidas, que pidió en marzo el despliegue de una fuerza de apoyo especializada.
Haití pidió en octubre de 2022 ayuda internacional para enfrentar esa crisis.