WASHINGTON. AP. La Corte Suprema de Estados Unidos anuló ayer la aplicación de partes clave de la ley para evitar la discriminación en las urnas usada en el último medio siglo, por considerar que no refleja los progresos logrados en la igualdad racial.
En un fallo de 5-4, la Corte declaró inconstitucional una disposición contenida en la Ley de Derecho al Voto, la cual establece qué estados y localidades deben recibir autorización de Washington para llevar a cabo cambios en el proceso electoral.

El presidente Barack Obama, el primer mandatario negro del país, emitió una declaración en que aseguró sentirse “profundamente decepcionado” con el veredicto.
El fallo elimina el requisito de aprobación prioritaria usado principalmente en el sur del país para facilitar el acceso de ciertas minorías raciales al voto desde que fue establecido en 1965, a no ser que el Congreso federal apruebe una nueva fórmula que satisfaga “las condiciones actuales” en Estados Unidos, de acuerdo con el magistrado John Roberts.
El magistrado, que escribió por la mayoría conservadora, arguyó que la ley renovada por el Congreso por última vez en el 2006 se atiene a datos de hace 40 años que no reflejan el avance racial y los cambios ocurridos en la sociedad estadounidense.
“La fórmula de cobertura reautorizada por el Congreso en el 2006 hace caso omiso de estos acontecimientos, centrándose en información de hace varias décadas que era relevante para hacer frente a problemas de hace décadas, en lugar de información actual que refleje las necesidades actuales”, según el argumento de Roberts.
Obama, además de criticar con denuedo el fallo, pidió al Congreso que fortalezca la ley.
“Aunque la decisión de hoy (ayer, para los lectores) es un retroceso, no representa el fin de nuestros esfuerzos para combatir la discriminación a la hora de votar”, expresó el mandatario.