Hong Kong. Aliados occidentales de Hong Kong condenaron el lunes las elecciones legislativas del domingo “solo para patriotas”, al considerar que las nuevas normas impuestas por Pekín, que reducen los escaños elegidos directamente y controlan a los candidatos, “eliminan” a la oposición.
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda rechazaron esa nueva normativa en un comunicado conjunto en el que expresaron su preocupación ante “la erosión de los elementos democráticos del sistema electoral”. ”Estos cambios eliminan cualquier oposición política significativa”, afirmaron.
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China ejerce una política represiva contra la oposición en Hong Kong desde las manifestaciones multitudinarias prodemocracia del 2019. Pekín impuso una ley nacional de seguridad que criminaliza a muchos disidentes y estableció nuevas normas para unas elecciones “solo para patriotas”, que reducen drásticamente el número de escaños electos de forma directa y determinan quiénes pueden disputar los cargos.
El domingo tuvieron lugar los primeros comicios bajo esa reglamentación, para elegir a los miembros del Consejo Legislativo. La participación fue del 30%, la más baja desde que la ciudad pasó de mando británico a chino en 1997. En el 2016, fue del 52,6%. Datos que, para la jefa de gobierno de la excolonia británica, Carrie Lam, fueron más bien positivos.
“Hong Kong está de vuelta en el camino correcto de ‘un país, dos sistemas’”, declaró Lam a periodistas, en referencia al modelo usado por China para dar cierta autonomía a la ciudad. ”No podemos simplemente copiar y pegar el llamado sistema democrático o las reglas de países occidentales”, agregó.
Además argumentó que, con las nuevas reglas, elementos “anti-China” fueron excluidos y se restauró la calma política. Respecto al elevado abstencionismo, Lam eludió responder: “no lo puedo analizar. Tal vez usted tenga que consultar a otros líderes de opinión”.
Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, justificó la baja participación por la situación sanitaria, “los elementos anti-China que buscan destruir Hong Kong y la injerencia de fuerzas externas”. Las nuevas normativas electorales imponen que todos los candidatos sean examinados para verificar su patriotismo y lealtad política con China.
Además, solo 20 de los 90 escaños del Consejo Legislativo son escogidos directamente. La mayor parte de los puestos, 40, son seleccionados por un comité de 1.500 integrantes leales a Pekín. Los 30 restantes son elegidos por comités pro-Pekín que representan a organizaciones empresariales y otros sectores.
“La tensión entre las autoridades y la población persistirá todavía mucho tiempo, ya que los legisladores no son mediadores porque deben someterse a la línea de Pekín”, dijo Chung Kim-wah del Instituto de Investigación sobre la Opinión Pública de Hong Kong.
La baja participación es “muy incómoda” para el gobierno, aseguró por su parte Kenneth Chan, politólogo de la Universidad Bautista de Hong Kong. “La mayoría de los electores que defiende la democracia decidieron abstenerse, para expresar su desaprobación”, declaró.
La elección del domingo recibió apoyo abierto de Pekín, que considera al nuevo sistema como una forma de eliminar elementos “anti-China” y de restaurar el orden con un legislativo libre de opositores. Pero los críticos responden que la autoritaria China prohibió prácticamente los partidos de oposición en una ciudad que se jactaba de la diversidad de su escenario electoral.
Decenas de figuras opositoras, incluyendo algunos que ganaron escaños legislativos en elecciones previas, permanecen encarceladas, descalificadas o fuera del país.
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