
Después de responder a una llamada de una “posible invasión de hogar”, la policía estadounidense encontró a Maria Florinda Ríos Pérez de Velásquez, de 32 años, muerta en el porche delantero de una casa en Whitestown. La mujer se dirigía a la propiedad para trabajar en su limpieza, según informó el Washington Post.
De acuerdo con el Departamento de Policía Metropolitana de Whitestown, la mujer, acompañada de su esposo, había llegado “erróneamente a la dirección incorrecta”.
La policía le compartió al Washington Post en un comunicado que Velásquez era guatemalteca y residente de Indianápolis. Es un caso “complejo y en constante evolución (...). Nos comprometemos a llevar a cabo una investigación exhaustiva y minuciosa para determinar si procede presentar cargos”, añadió el cuerpo policial.
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La oficina forense del condado de Boone agregó que Velásquez fue víctima de un homicidio tras recibir un disparo en la cabeza. Las autoridades se encuentran trabajando con la policía para realizar una investigación paralela sobre el tiroteo.
El esposo de la víctima, Mauricio Velásquez, le dijo al Indianapolis Star que ellos eran trabajadores autónomos y que habían verificado la ubicación dos veces antes de acercarse a la casa.
“Ella tenía las llaves del trabajo en la mano cuando le dispararon”, declaró al periódico. “Ni siquiera había llegado a meter la llave en la cerradura cuando oí el disparo”, añadió. “Entonces se desplomó y fui a socorrerla. Intentaba consolarla… pero veía cómo le salía la sangre”.
El capitan de Policía, John Jurkash, declaró que el disparo salió de “dentro de la casa”. Las fotos tomadas por medios locales corroboran este hecho, mostrando un agujero de bala visible en la puerta principal. “En ese momento había varias personas tanto dentro de la casa como en el lugar de los hechos”, dijo Jurkash en una rueda de prensa.
El medio Indianapolis Star reportó que la pareja llevaba un año viviendo en Indianápolis con sus cuatro hijos.
Según el Washington Post, el caso ha conmocionado a la comunidad local y muchas personas han donado decenas de miles de dólares a una recaudación de fondos para la familia, que organizó un local.
Stephanie Spencer, una vecina, le comentó a WRTV: “No debió de haber ocurrido (...). No dispares primero y preguntes después. Abre la puerta, mira quién es, comprueba si se han equivocado de casa”.
En un comunicado, la policía afirmó que estaba “entrevistando a todas las personas implicadas” e instó a la población a abstenerse de especular sobre el caso, afirmando: “La desinformación puede ser perjudicial para los implicados y para la integridad de la investigación”, según el Washington Post.
Kent T. Eastwood, fiscal del Condado de Boone, dijo que la comunidad local estaba devastada por la tragedia. Añadió que la oficina del fiscal esperaba recibir un informe final de la policía para la próxima semana que catalizaría una “revisión exhaustiva” para determinar cuáles acciones tomar.
Eastwood añadió que no puede especular sobre las acciones que su oficina tomará, pero le asegura a la comunidad que seguirá "la legislatura de Indiana y buscará la justicia permitida por la ley”, según el Washington Post.
El estado de Indiana mantiene una ley de “defensa propia”, la cual establece que una persona tiene derecho de aplicar “fuerza letal” contra otra si cree que es necesario para impedir la entrada ilegal o el ataque a su casa, terreno o vehículo motorizado.
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El caso de Velásquez recuerda a otros incidentes recientes en los que personas fueron baleadas por acciones inocentes en Estados Unidos.
En 2023, a Ralph Yarl, un adolescente afroamericano, le dispararon dos veces tras tocar por error el timbre de la casa equivocada en Kansas City, tratando de recoger a sus hermanos menores gemelos.
Ese mismo año, Kaylin Gillis, de 20 años, fue asesinada cuando ella y sus amigos entraron por equivocación en un camino privado en Nueva York. En 2023, las animadoras texanas Payton Washington y Heather Roth fueron baleadas después de que una de ellas se metiera por error en un coche equivocado.
