
El libro póstumo de Virginia Roberts Giuffre, una de las víctimas del multimillonario agresor sexual Jeffrey Epstein, expone las redes de abuso, corrupción y tráfico sexual operadas por magnates de la alta industria. En primera persona, relata los diez años en que fue obligada a participar en encuentros grotescos, iniciados cuando era menor de edad.
El testimonio de Giuffre, quien se suicidó hace seis meses tras una vida marcada por la violencia, fue determinante en la acusación contra Epstein, que murió en su celda en 2019 mientras aguardaba juicio. También fue clave en el proceso de su expareja, Ghislaine Maxwell, quien descuenta una condena de 20 años por tráfico sexual.
“Sé que es mucho para asimilar... pero, por favor, no dejes de leer”, escribe Giuffre en su memoria póstuma, Nobody’s Girl, al detallar cómo Epstein y Maxwell la obligaban a tener relaciones sexuales. El libro es “un relato claro y necesario de cómo operan los delincuentes sexuales”, reseña The Guardian.
Según narra Giuffre, entre los hombres de gran poder que abusaron de ella se encuentra, presuntamente, el príncipe Andrés de Reino Unido. Aunque devastadores, describió los tres supuestos encuentros con el monarca como una “bufonada grotesca”, de acuerdo a The Guardian: “Nos desnudamos y nos metimos en la bañera, pero no nos quedamos allí mucho tiempo porque el príncipe estaba ansioso por llegar a la cama... En mi recuerdo, todo duró menos de media hora”.
Entre tanto, el príncipe Andrés ha negado reiteradamente las acusaciones y sostiene que jamás conoció a Giuffre.
El viernes pasado, renunció voluntariamente a sus títulos, incluido el de duque de York y la Orden de la Jarretera, la distinción de caballería más antigua y prestigiosa de Gran Bretaña.

Otros hombres importantes que abusaron de Giuffre incluyen a un “político” y un “exministro”, quien la estranguló y la golpeó hasta casi dejarla inconsciente; empero, la joven se reservó su nombre al temer que le fuera a infligir daño, ya que lo consideraba “demasiado poderoso”.
Los episodios de abuso comenzaron cuando Maxwell conoció a Giuffre en un complejo turístico, donde trabajaba a sus 16 años. Maxwell la llevó a la residencia de Epstein bajo el pretexto de participar en una “entrevista” para un puesto de masajista, pero ese mismo día la violaron. En agresiones posteriores, Giuffre relató que, si se quejaba, le “hacían más daño”.
“Para ella, la violación se convirtió en algo rutinario”, reseña The New York Times, quien describe al libro como una historia de terror. “Tomará años desplegar los tentáculos que Epstein envolvió en las finanzas, el derecho, los medios de comunicación y la política. Pero Nobody’s Girl flota libre, segura de sí misma y con autocontrol: una auténtica tragedia estadounidense. La devastación está en los detalles", añade.
“A lo largo del libro, Giuffre seduce, se disculpa y alegremente rompe la cuarta pared en un esfuerzo por suavizar el disgusto que asume que su historia provocará. No se equivoquen: este es un libro sobre el poder, la corrupción, el abuso sexual a escala industrial y la forma en que las instituciones se pusieron del lado del perpetrador en lugar de sus víctimas (...). Y, sin embargo, aquí está, teniendo que cautivarnos para que no la rechacemos con horror”, agrega The Guardian.
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