
Madrid. Más de 40 personas murieron y varias resultaron heridas en una masacre perpetrada por hombres armados, el jueves pasado en Labodrie, en el centro de Haití, según confirmaron las autoridades locales.
El ataque ocurrió, la noche del 11 de setiembre, en la localidad de Labodrie, entre Arcahaie y Cabaret, en las afueras de Puerto Príncipe, la capital del país, informó el portal de noticias Haiti Libre.
Los responsables serían integrantes de la coalición criminal Viv Ansanm, quienes abrieron fuego indiscriminadamente contra la población tras acusarla de colaborar con la Policía.
El presidente del Consejo Administrativo de las Secciones Comunales de Boucassin, municipio de Cabaret, Baptiste Joseph Louis, reportó hasta ahora 42 cadáveres, incluidos menores de edad.
Además, hay un número indeterminado de heridos y varios desaparecidos. Varias viviendas fueron incendiadas y los sobrevivientes huyeron de la zona, donde permanecen los atacantes, señalados también como responsables de abusos sexuales.
De acuerdo con testigos, el ataque fue en represalia por la muerte de Vladimyr Pierre, alias Vlad, segundo al mando de la banda en Cabaret, quien falleció el 7 de setiembre en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.
Tras la masacre, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó estas muertes ocasionadas por un “brutal ataque” con “mujeres, niños y ancianos” como víctimas.
“El secretario general expresa sus sinceras condolencias a las familias de las víctimas, al pueblo y al Gobierno de Haití”, declaró el portavoz oficial de Guterres, Stéphane Dujarric, en un comunicado.
Guterres también manifestó su “alarma” por los “niveles de violencia” que golpean a Haití e instó a las autoridades a procesar a los responsables para que rindan cuentas ante la justicia.
A inicios del 2024, una ola de violencia sacudió Haití y provocó la dimisión del entonces primer ministro, Ariel Henry. Entre cuestionamientos, Henry había asumido en el 2021 tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en su residencia oficial a manos de hombres armados.
Desde el año pasado, un Consejo Presidencial de Transición intenta pacificar al país y conformar un Consejo Electoral Provisional para organizar las primeras elecciones en una década.
Sin embargo, la presencia del contingente internacional liderado por Kenia no ha logrado frenar la violencia de las pandillas.