
Este Lunes de Pascua, una festividad religiosa significativa para los católicos y día feriado en Italia, miles de italianos y extranjeros se congregaron en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Sin embargo, la celebración adquirió un matiz de angustia y recogimiento tras la muerte del papa Francisco, ocurrida el 21 de abril.
Aunque el Domingo de Pascua marca el centro de la celebración de la Resurrección, el lunes siguiente prolonga esa conmemoración. Litúrgicamente, forma parte de la Octava de Pascua, un periodo de ocho días en el que cada jornada se vive con el mismo tono festivo del domingo.
La aparición prevista el domingo del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro el Domingo de Pascua había sido muy esperada.
Imágenes en vivo este lunes, divulgadas por el Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, mostraron una Plaza de San Pedro repleta desde tempranas horas, con un constante arribo de fieles dolidos por la partida del líder religioso.
Varios equipos de televisión comenzaron a instalar cámaras y luces alrededor de la gran explanada, enmarcada por la célebre columnata de Bernini y dominada por la imponente silueta de la Basílica de San Pedro.
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