Tres países en el continente americano están enfrentando devastadores incendios forestales que ponen en riesgo no solo la biodiversidad sino también la salud y seguridad de sus poblaciones.
Colombia enfrenta una crisis climática y de incendios
Colombia se encuentra en alerta por los incendios forestales que afectan a diez departamentos, incluida su capital, Bogotá. Las llamas se han intensificado debido a un clima inusualmente seco para esta época del año. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) informó que siete incendios están siendo combatidos simultáneamente en Bogotá y alrededores, mientras que zonas como Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Huila se encuentran en alerta roja.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, hizo un llamado a la ciudadanía para evitar actividades que puedan desencadenar más incendios. Neiva, en el departamento de Huila, ha sido declarada en estado de calamidad pública debido a los incendios que han consumido cerca de mil hectáreas. Mientras tanto, en Cali, los helicópteros de la Fuerza Aeroespacial lograron controlar incendios en los cerros después de tres días de esfuerzos intensivos.
Brasil cubierto por el humo de la Amazonía
En Brasil, los incendios en la Amazonía y otras regiones afectan la calidad del aire, siendo Sao Paulo la ciudad más contaminada del mundo el lunes. Casi el 60% del territorio brasileño es impactado por el humo, según Karla Longo del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales. Los países vecinos como Argentina y Uruguay también reportaron la llegada del humo a sus territorios.
El deterioro de la calidad del aire provoca un aumento en los problemas respiratorios entre la población brasileña, con un incremento de crisis de asma y neumonía. Sao Paulo y Río de Janeiro enfrentan niveles alarmantes de partículas finas en el aire, 14 veces superiores a los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estados Unidos combate incendios en California
En el oeste de Estados Unidos, los incendios forestales, alimentados por el calor extremo, obligó a cientos de familias a evacuar sus hogares en California. Un incendio cerca de Los Ángeles ya consumió más de 8.000 hectáreas y amenaza miles de construcciones. Más de 1.700 bomberos están trabajando para contener el fuego, pero las condiciones secas y calurosas han dificultado sus esfuerzos.
Además, el incendio Bridge, al norte de Los Ángeles, afecta a más de 485 hectáreas, mientras que otro incendio en Clearlake ha forzado la evacuación de 4.000 personas. Las altas temperaturas agravan la situación, haciendo impredecible la propagación de los incendios.
Los incendios en estos tres países resaltan la creciente amenaza del cambio climático y la urgencia de implementar medidas para prevenir futuras catástrofes.