
Madrid. El Gobierno español anunció este viernes que habilitará carpas y campamentos temporales de emergencia para acoger hasta 7.000 personas en las islas Canarias, dentro de un plan para contener el intenso flujo migratorio en este archipiélago cercano a África.
Las medidas incluyen también el refuerzo de los equipos de salvamento marítimo en esa comunidad autónoma y se complementan con la ofensiva diplomática lanzada desde Madrid en varios países africanos para evitar la salida de embarcaciones precarias hacia estas islas atlánticas.
En una visita al archipiélago, cuyas autoridades regionales denuncian la saturación del sistema de acogida, el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, anunció la creación en semanas de "carpas y campamentos de emergencia que nos van a permitir cubrir 7.000 plazas".
Estos dispositivos son una solución temporal mientras el Gobierno adecua otras instalaciones y edificios, la mayoría cedidas por el Ejército, para acoger “de forma más estable” a los recién llegados a las islas.
Estas nuevas plazas deben permitir trasladar a los 5.500 migrantes alojados actualmente en hoteles, inusualmente vacíos de turistas por la pandemia, así como a más de mil que están todavía ubicados en el puerto de Arguineguín, foco de críticas de ONG por su saturación y sus precarias condiciones.
El plan se financiará con 84 millones de euros ($99,7 millones) de fondos europeos, indicó el ministro.
Los acuerdos europeos con Turquía, Libia y Marruecos para frenar la inmigración por el Mediterráneo desplazaron la presión a este archipiélago que ha recibido unas 12.000 personas desde setiembre y más de 18.000 desde comienzo de año, más de diez veces que en el mismo periodo del 2019.
Este flujo desbordó al Gobierno español, criticado por haber improvisado ante esta crisis. “Está claro que podríamos haber llegado antes, podríamos haber tenido más capacidad de anticipación”, reconoció el ministro Escrivá.
El presidente canario, Ángel Víctor Torres, quien acompañó al ministro en la rueda de prensa, exigió el envío de migrantes a otras regiones españolas para descongestionar los sistemas de acogida canarios.

"Canarias se niega rotundamente a ser quien acoja el 100% de la inmigración que llega a nuestra tierra", afirmó Torres.
El Gobierno, sin embargo, prioriza negociar con los países de origen para frenar las salidas y reactivar las repatriaciones interrumpidas por la pandemia.
“La política migratoria es una política integral, no son atajos”, “y lo importante es el ámbito exterior”; es decir, luchar contra las mafias de migrantes, cooperar con países de origen y “proteger a los vulnerables”, manifestó este viernes en Rabat el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras reunirse con su homólogo marroquí.
Madrid procederá a “la devolución” de los migrantes “que son irregulares y no son acreedores de la protección internacional”, indicó Marlaska en su visita a Marruecos, de donde proviene buena parte de los inmigrantes que llegan a Canarias.
De su lado, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González, quien el domingo viajará a Senegal, se encontraba este viernes en Ginebra, donde tenía agendadas reuniones con representantes de la Organización Internacional para las Migraciones y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur.