El litio es el tercer elemento de la tabla periódica. Su capacidad de almacenamiento de energía lo convierte en uno de los elementos más apetecibles, considerado incluso “el nuevo oro blanco”. Este elemento se volvió protagonista en la fabricación de baterías, especialmente las utilizadas por los autos eléctricos, además de computadoras portátiles y teléfonos celulares. Su altísima demanda beneficia a ciertos países con yacimientos de litio en sus tierras.
No obstante, la explotación del litio presenta desafíos. La extracción de este material acarrea impactos ambientales significativos según expertos, que genera preocupación a futuro.
¿Cómo este elemento se convirtió en uno de los más codiciados por China y Estados Unidos?
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¿De dónde proviene?
Según un artículo publicado en 2021 en la revista Minerals Engineering, el litio no se encuentra fácilmente en la naturaleza, sino que está disperso entre rocas, arcilla y salmuera. El proceso de extracción es lento y complejo, ya que requiere una gran cantidad de energía y agua.
La espodumena es el mineral de litio más abundante y estable, con un contenido de óxido de litio del 8,07%. Se utiliza en la extracción industrial de litio mediante el método del ácido sulfúrico, que implica etapas como trituración, tostado y mezcla con ácido para producir sulfato de litio. Este proceso demostró tener una tasa de recuperación superior al 90%.

¿Por qué es tan apetecible?
A principios de este año, el Departamento de Energía de Estados Unidos informó sobre los resultados de un análisis que llevó al descubrimiento de una reserva de litio de 3.400 kilotones. Esta cantidad sería suficiente para soportar más de 375 millones de baterías para vehículos eléctricos, lo que representa un avance monumental para Estados Unidos en la producción de litio.
Este país, que a principios de la década presentaba un considerable retraso en comparación con China y otras naciones más involucradas en el negocio del litio, ahora parece estar acercándose a una posición más competitiva.
Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el litio es un insumo considerado insustituible para la producción de baterías de iones de litio. Estas baterías son “una tecnología clave para la descarbonización del transporte y el almacenamiento de energía generada a partir de fuentes renovables”.
Linda Gaines, analista de sistemas de transporte del Laboratorio Nacional de Argonne (Estados Unidos), resalta la importancia del uso de estas baterías, afirmando que “el gran impulso para utilizar baterías de iones de litio es para los vehículos eléctricos que reducirán nuestra dependencia de los combustibles fósiles”, afirmó Gaines.
Además, el informe de la Cepal agrega que el litio “representa la posibilidad de contribuir de manera positiva al desarrollo económico de los países latinoamericanos y del Caribe”, lo que se traduce en una “mayor creación de valor”, es decir, un aumento en la producción, exportaciones, empleo y recaudación fiscal.
¿Qué se hace con el litio?
Una de las aplicaciones más importantes, si no la más importante, del litio son las baterías de los autos eléctricos. Rogelio Bustamante, profesor del área de Electromovilidad Inteligente e investigador del Tecnológico de Monterrey en México, destacó la importancia de estas baterías y señaló que el rendimiento de una batería de litio es tres veces superior al de las baterías de plomo.
Bustamante explicó: “Una batería de plomo podría permitir a un automóvil recorrer 200 kilómetros antes de necesitar recargarse, mientras que una batería de litio podría llevar ese mismo automóvil hasta 600 kilómetros antes de requerir una recarga. El litio es crucial porque posibilita el almacenamiento de altas densidades de carga eléctrica en espacios reducidos, lo que lo convierte en una herramienta muy útil para el almacenamiento masivo de energía” explicaba el profesor.
¿Cuáles desafíos presenta para el medioambiente?
Sin embargo, la extracción del litio conlleva la generación de entre 8 y 10 toneladas de residuos sólidos por cada tonelada de carbonato de litio producido, lo que plantea un serio problema ambiental. China, uno de los principales productores de litio, utiliza principalmente este método, lo que resulta en una acumulación significativa de residuos.
En Chile, la producción de litio se lleva a cabo mediante la evaporación de salmuera en estanques o piscinas, con un consumo intensivo de agua bombeada de los salares. Esta explotación masiva pone en peligro a especies endémicas en riesgo de extinción, como los flamencos, vicuñas, guanacos y chinchillas, además de afectar a un ecosistema muy diverso.
Además de la pérdida de grandes cantidades de agua en el lugar más árido del planeta, se generan grandes cantidades de desechos salinos. Las extensas piscinas forman espejos de agua que resultan en la muerte de aves. Cristina Dorador, profesora de la Universidad de Antofagasta, advierte: “Estos frágiles salares de Atacama son refugio de la diversa vida andina, corredores biológicos del Altiplano. No son minas, son ecosistemas”.
Ante la creciente demanda de litio, los expertos enfatizan la necesidad de encontrar una solución urgente para gestionar estos residuos y reducir su impacto ambiental.